¿Cómo una marca de zapatos de plástico se mete al corazón de la gente?
La respuesta podría estar en la perseverancia. Evacol lleva trece años calzando a los colombianos, con una característica que desde el origen ha sido su principal rasgo distintivo: la comodidad. La respuesta a la pregunta, sin embargo, está en el amor.
Evacol surgió en 2006 de la mano de Antonio Wang, un emprendedor hombre de negocios nacido en China, que se enamoró literalmente de esta región. De hecho, está casado con con una caleña que hoy día también es su socia. Juntos empezaron el proyecto empresarial en Cali, que ahora los hace más que esposos.
La idea fue simple desde el principio: elaborar sandalias de plástico para el mercado nacional y países vecinos, a partir de un polímetro termoplástico denominado EVA, utilizando maquinaria y tecnología importada, pero empleando el talento humano local.
La aceptación del producto fue tal, que fueron innovando y ahora dentro de su portafolio tienen no solo chanclas, sino zuecos, sandalias, tennis, botas y calzado de dotación laboral.
Y su crecimiento es imparable. Actualmente la marca ofrece más de 250 referencias y cuenta con 80 puntos de distribución y venta en Colombia, al igual países como Ecuador, Costa Rica, Chile, Perú, República Dominicana y México, generando 400 puestos de trabajo en forma directa y 1200 en forma indirecta.
De esta manera Evacol hace parte de nuestras fibras íntimas, acompañando la cotidianidad y sus necesidades con ofertas de comodidad, descanso y confort.
Los estándares de calidad que la marca ha alcanzado en este sentido son tan altos, que especialistas de la salud, en ciertos casos, aconsejen a sus pacientes su uso como una ayuda en el tratamientos de recuperación de dolencias del pie, tales como el espolón.
Con talento vallecaucano
Los productos de Evacol que le dan la vuelta al planeta, están hechos en su totalidad con talento y mano de obra regional. Esa es otra de sus características, y otro de los sellos de identidad que el público ha encontrado con el calzado, al que además de ponderarle su duración, le exaltan el origen de fabricación.
La marca, además, ha llevado su arraigo por la región a otros niveles, destinando compromiso y recursos para apoyar distintas causas, aportando de manera decidida a la construcción de tejido social en el departamento.
Y esa es la razón de algunas de las distinciones que hoy completan la biografía de su fundador, el señor Wang: Orden del Congreso de Colombia en el Grado de Comendador (2016), Cruz de Bronce del Concejo de Cali (2016), y Orden de Independencia en el Grado Cruz de Caballero, otorgada por la Asamblea del Valle en consecuencia de su “invaluable aporte al desarrollo de la región”.
Por generar progreso, además de comodidad para los pies de los vallecaucanos, las huellas de Evacol, pues, ya son imborrables. Es de esta forma que una marca de zapatos de plástico, se nos mete en el corazón.
¿Sabías qué...?
- La marca nació bajo el nombre de Coleva, pero buscando que fuera más sonoro, la invirtieron y quedó Evacol.
- El calzado de dotación es otra de las líneas que Evacol ha incluido en su portafolio. También comercializa bolsos, relojes y gafas.
- Con un sentido ecológico la marca también elabora pufs, a partir de material sobrante del proceso industrial.