Según los resultados de la autopsia, George Floyd se había contagiado de Covid-19 semanas antes de morir debido al abuso policial.
La muerte del estadounidense George Floyd como resultado de un arresto por parte de cuatro policiales locales, generó una oleada de indignación.
Las protestas en contra del racismo, la xenofobia y los abusos policiales, se han extendido desde el territorio norteamericano hasta convertirse en un emblema mundial.
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Ahora, la autopsia de Floyd ha revelado que sufrió Covid-19 semanas antes de su muerte, a sus 46 años de edad.
Según la información difundida este miércoles, George Floyd dio positivo para Covid-19 el pasado 3 de abril.
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Al momento de la muerte habían pasado dos meses de haber sufrido la enfermedad y ya no presentaba síntomas, pero sufría comorbilidades de enfermedad cardíaca arteriosclerótica, una patología cardíaca hipertensiva y un tumor pélvico.
Según el informe difundido por la oficina del forense del condado de Hannepin, en Minneapolis, la muerte de Floyd fue causada por un paro cardiorrespiratorio mientras era inmovilizado por los agentes policiales, y la enfermedad sufrida no se relaciona en nada con su defunción.
La positividad (por Covid-19) puede persistir durante semanas tras la contracción y resolución de la enfermedad clínica", además "hubo una compresión del cuello y de la espalda que llevaron a una falta de riego sanguíneo al cerebro", detalla el informe.
La autopsia revela "lesiones por fuerza contundente" en varias partes del rostro, como la frente y el labio superior, así como en las piernas, manos, codos y contusiones en las muñecas.
El peso sobre la espalda, las esposas y la postura fueron factores que contribuyeron porque paralizaron la capacidad del diafragma del señor Floyd de funcionar", concluye el informe.
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