En Massachusetts, una ballena jorobada se tragó a un pescador, quien estuvo durante 30 segundos dentro de ella, hasta que el animal salió nuevamente a la superficie.
Cerca de las 9 de la mañana de este viernes, sucedió algo de película en Massachusetts, Estados Unidos cuando una ballena jorobada se tragó a un hombre.
Pero, ¿Cómo sucedió? aquí esta la historia:
Michael Packard es un veterano buzo de langostas de 56 años de edad, que se preparaba para hacer su segunda inmersión del día.
Su barco, el “Ja’n J”, estaba frente a la playa de Herring Cove. La temperatura del agua era de unos suaves 60 grados y la visibilidad de unos 20 pies.
Los buzos comerciales de langostas con licencia literalmente arrancan langostas del fondo arenoso, y cuando Packard, se metió al agua, vio bancos de lanzas de arena y rayas nadando.
A unos 10 pies del fondo, Packard se dio cuenta realmente lo que se siente estar inmerso en esa cadena alimenticia.
“De repente, sentí este gran empujón y lo siguiente que supe fue que era completamente negro”, recordó Packard el viernes por la tarde después de su salida del Hospital Cape Cod en Hyannis.
Y agregó que “Podía sentir que me estaba moviendo y podía sentir a la ballena apretando los músculos de su boca”.
Inicialmente, Packard pensó que estaba dentro de un gran tiburón blanco, pero como no podía sentir ningún diente y no había sufrido heridas graves, se dio cuenta que era una ballena.
El buzo cuando se percató que estaba dentro de una ballena, pensó que ese era su fin y que moriría, pues lo único que se veía era negro, todo era negro.
“Pensé para mí mismo, no hay forma de que salga de aquí. Terminé, estoy muerto. Todo lo que podía pensar era en mis hijos, tienen 12 y 15 años", relató.
¿Cómo logró salir de la ballena?
Hay que recordar, que dentro de la ballena, él continuaba con su equipo de buceo, así que empezó a luchar y la ballena comenzó a sacudir la cabeza.
Al estilo de Buscando a Nemo, el buzo le hizo creer al animal que algo no estaba bien.
De acuerdo a los calculos de Packard, estuvo dentro del animal durante 30 a 40 segundos antes de que la ballena finalmente saliera a la superficie.
“Gracias a Dios, no era un tiburón blanco. Él los ve todo el tiempo ahí afuera ”, dijo Cynthia Packard, su hermana.
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