Yessi Paola llegó al puente de La Variante, el miércoles 6 de febrero, a eso de las 7 a.m.. Cruzó la lona, ingresó a la nueva estructura del puente y se dirigió hasta la mitad con su primogénito. Pasó el borde y se sentó con el niño agarrada de una de las varillas.
Minutos después arribó un cuadrante de la Policía Metropolitana de Ibagué, luego los bomberos y una psicóloga. Por varios minutos, hablaron con ella tratando de persuadirla para que no lo hiciera.
Ella agarraba a su hijito mientras escuchaba a las autoridades y organismos de socorro: “Le decían que si tenía problemas familiares o personales que ella podía superarlos o por medio de ayuda psicológica, que pensara en el hijo. Lloraba con el niño en brazos, fue muy duro. Una señora le decía que pensara en ella y en el niño, que esa no era la mejor decisión”, refirió Ezequiel Rodríguez, testigo de los hechos.
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Quienes estaban detrás del muro extendieron sus brazos hacia Moreno Cruz para que ella los tomara. Por cerca de 40 minutos impidieron que tomara la fatal decisión y solicitaron que les entregara al niño.
En su rostro se veía el desespero y las lágrimas no paraban, mientras escuchaba “Paola no lo haga”.
Al sitio llegaron varios parientes, entre ellos, su mamá doña Consuelo, quien no se apartó del puente invadida por la angustia, pero con la esperanza de que no cumpliera con su plan.
El tiempo pasaba y las vidas de Moreno Cruz y su hijo estaban al borde del nuevo puente que hace parte de la segunda calzada Ibagué - Cajamarca y que construye la Concesionaria APP Gica.
El hecho acaparó las miradas de quienes transitaban por la zona y se hicieron a un costado.
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Yessi Paola Moreno Cruz no soltó a su angelito, lo tenía envuelto en una sábana. Ella llevaba una gorra morada y sus manos las tenía cubiertas con unos guantes negros.
Permanecía agachada, dándole la espalda al vacío y en medio de sus piernas tenía a su hijo, quien no se soltó por ningún momento de la varilla como tratando de no caerse.
De un momento a otro, ella llamó a una mujer. Esta se acercó y le dijo que no lo hiciera, sin embargo, las palabras se las llevó el viento. Fue en esos momentos, en que Moreno Cruz se soltó. “Se fue al vacío. Las personas que estaban ahí empezaron a llorar”, dijo Rodríguez.
Los cuerpos de Moreno Cruz y su hijo cayeron del puente, cuya altura sería cercana a los 120 metros y los gritos de desespero, tristeza y dolor se escucharon en el lugar.
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Levantamiento
La Defensa Civil y los Bomberos Oficiales, desplegaron un operativo para extraer los restos mortales. Con equipos a sus hombros bajaron hasta el punto donde estaban los cadáveres y en camillas los subieron embalados: “Hicimos el apoyo a bomberos para la recuperación de los cuerpos del niño y la señora, más o menos tardó una hora y media toda la operación.
Los cuerpos no alcanzaron a caer al fondo del cañón, fue más o menos a 60 metros a media falda de la montaña. Desde ahí se hizo la recuperación un poco más rápido con los organismos de socorro y personal experimentado en rescate vertical”, señaló el mayor Luis Fernando Vélez, director de la Defensa Civil del Tolima. Psicólogos de la Alcaldía de Ibagué y de la Gobernación del Tolima arribaron a la escena para brindarle apoyo a los parientes de los fallecidos.
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Motivos
Las autoridades investigan por qué Moreno cruz acabó con su existencia y de paso con la de su niñito. Al parecer, tenía problemas económicos y le habían pedido el apartamento donde residía.
El alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, refirió que la psicóloga la alcanzó a persuadir, pero alguien llegó y sucedió la tragedia: “La psicóloga ya había hablado con ella. Esta señora, madre soltera desafortunadamente estaba desesperada por las deudas”, dijo Jaramillo.
En sus declaraciones, el Mandatario indicó que los dos últimos casos en los que personas se quitaron la vida en La Musical, estuvieron relacionados con deudas que tenían con los cobradores ‘gota gota’.
La mujer
Una fuente cercana a Yessi y que solicitó la reserva de su identidad, le dijo a Q'hubo que pertenecía a una comunidad cristiana y asistía a la iglesia La Gran Comisión, ubicada cerca a la sede de Coopemtol en El Salado.
Y agregó que se había separado desde julio del año anterior de su pareja sentimental, quien no era el padre del menor, hoy víctima de su fatal decisión. La misma fuente, relató que Moreno Cruz era líder de la marca Avon en la Ciudad, además vendía tintos y jugos de naranja frente a un colegio y residía en el conjunto residencial Reservas de Bilbao, ubicado cerca al barrio Santa Ana.
Habitualmente visitaba a su madre en el barrio El Limón, donde había vivido en el pasado. “A ella se le veía ocasionalmente en la camioneta Tracker del esposo o una motocicleta BWS que tenía.
Era una mujer sociable, alegre, la verdad no sé qué pudo haber pasado”, dijo la fuente. De la occisa, además, se conoció que no tenía más hijos y que vivía sola con su niño.
