En las calles de Cali pareciera que no hay autoridad. Las personas están haciendo lo que quieren y las autoridades no pueden intervenir porque resultan amenazados. ¿Qué dice los líderes políticos sobre esta problemática?
Después de los casi 30 días de manifestaciones que vivió la ciudad, aún se sigue respirando una tensa calma. Todavía no se recupera el control de las vías, los CAIS policiales y las estaciones del Sistema de Transporte Masivo MIO.
En las calles se ha hecho cada vez más común el ataque a los agentes de Tránsito y a las autoridades en general. De hecho, las intersecciones están siendo manejadas por personal ajeno a los cuerpos de movilidad y seguridad, a cambio de dinero.
De acuerdo con los expertos, en Cali hay un porcentaje de la población que desconfía de las autoridades y de la institucionalidad y por eso las confronta.
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¿Por qué se dan estos fenómenos?
Según la concejal Diana Rojas, “más del 70% de los caleños no creen que el Alcalde y su gobierno tengan la capacidad de poner la casa en orden. Por eso recuperar la credibilidad de las instituciones es hoy una prioridad”.
“Tal credibilidad se da mejorando las prácticas en la Administración, con un trabajo en cultura ciudadana y haciendo que la Policía y los organismos de seguridad hagan nuevamente presencia en los territorios que hoy se encuentran acaparados por la violencia”, agregó la cabildante.
De acuerdo con María Isabel Gutiérrez, investigadora del Instituto de Investigación y Desarrollo en Prevención de Violencia y Promoción de la Convivencia Social, CISALVA, de la Universidad del Valle, esta no es una problemática nueva.
"Sin generalizar, los fenómenos de corrupción han generado una desconfianza de la ciudadanía hacia las autoridades. Además, la falla en el cumplimiento de las normas radica en la no existencia de corresponsabilidad desde los ciudadanos, pues todos somos responsables de la armonía de la ciudad”, dijo Gutiérrez.
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Toda la deslegitimación del papel de las autoridades, para el concejal Fernando Tamayo radica en que desde la Administración Municipal se han venido estableciendo compromisos con movimientos de manifestantes (muchos de ellos violentos) y el resto de la ciudadanía no se ha visto representada en esos pactos.
“Es necesario establecer un diálogo generalizado, haciendo que los 2 millones de caleños sientan que el Alcalde está tomando decisiones en favor de toda la población”.
“He recibido muchas quejas de ciudadanos que indican que en el sector de la Loma de la Cruz y en zonas aledañas a estaciones del MIO aún hay ocupación por parte de manifestantes, ya es necesario que las personas que están en estas dinámicas de ocupación del espacio público den señales de buena voluntad y reafirmen que las decisiones que tomó el Alcalde están beneficiando a toda la ciudad”.
Para el concejal es necesario utilizar la fuerza pública, sin excesos, para garantizar la estabilidad y la tranquilidad de todos los estamentos sociales. “Ya es hora de dar garantías a los moradores de los diferentes sectores de la ciudad”, añadió.
Así mismo, Tamayo concluye que “en medio de la crisis muchas personas han aprovechado para anarquizar la ciudad. Hay que generar una campaña institucional para promover que la incorformidad es una cosa, pero atacar a las autoridades e impedirles cumplir su labor no tiene justificación; se debe judicializar inmediatamente”.
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A su turno, el exconcejal Mauricio Mejía indicó que “cuando la ciudad ve que hay ausencia de autoridad se desbanda, y la solución no se trabaja de manera aislada, como remendando huecos, éstas se atienden de acuerdo a lo que indica la planeación pública y eso es con la adopción de políticas públicas que indiquen los problemas y las soluciones”.
Se inician campañas
Desde la Secretaría de Seguridad y Justicia, se afirma que desde este jueves inicia campaña interinstitucional llamada ‘Te queremos Cali’, en la que se propende por mejorar la seguridad, aumentando la presencia policial en las comunidades, la garantía de la movilidad ciudadana, tanto en calles como en el Sistema MIO y se trabajará en la ornamentación y restauración de las zonas afectadas por el vandalismo.
