En una vereda de Medellín, una reunión de familiares terminó en tragedia, después de que uno de sus integrantes peleara porque no le echaron carne a su sancocho.
Un sancocho sin carne se convirtió en el ‘Florero de Llorente’ de una vieja puja que tenían 2 primos y que acabó en una riña que dejó a uno de ellos muerto.
El hecho ocurrió a las 6:49 de la tarde del pasado viernes en la calle 47 con la carrera 150, en la vereda Travesías, del corregimiento de San Cristóbal, en el noroccidente de Medellín.
Según los familiares de la víctima, “Sander se había ido a visitar a un hermano mientras estaba el sancocho y se demoró cerca de una hora. Cuando llegó, el sancocho no tenía carne y él se enojó y comenzó a reclamar. El primo llegó y lo increpó y comenzaron a discutir y luego Sander recibió una puñalada por la espalda”.
Sander, cuyo nombre de pila era Alexánder Correa Mariaca, de 41 años, caminó unos metros y se desplomó por cuenta de la herida sufrida, la cual le perforó un pulmón.
En un taxi, sus familiares lo trasladaron a la Unidad Intermedia de San Cristóbal, ubicado a unos 10 minutos del sitio del ataque, pero allí llegó sin signos vitales.
“El hijo le decía que no se quedara dormido, pero a medida que iban avanzando estaba cerrando los ojos y cuando llegaron, ya no había nada qué hacer por él”, dijeron los parientes.
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El señalado victimario de la muerte de Alexánder escapó del lugar y ya es buscado por las autoridades, con base en las referencias que dieron sus familiares.
Peleas de tiempo atrás
Pero las diferencias entre la víctima y el presunto victimario venían desde diciembre del año pasado, luego de una pelea que hubo entre ambos porque Alexánder defendió a su hijo de un ataque.
“En diciembre este hombre le estaba pegando al hijo mayor y él se metió a defenderlo. Entonces ambos se agredieron y Sander le pegó con un palo en el ojo. Al tiempo se hablaron las cosas y pensamos que todo había quedado perdonado”.
Manifestaron los allegados.
Alexánder se desempeñaba en oficios varios y era padre de 2 hijos, uno que cumplía 14 este sábado y otro de 17 años, este último quien habría estado implicado en la riña de diciembre.
“Era una persona que siempre estaba pendiente de su familia, que se preocupaba por sus papás y sus hijos y los defendía a capa y espada. Los ayudaba mucho con lo que necesitaran”, expresaron los parientes, quienes expresaron que posiblemente las honras fúnebres serán hoy.
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— Q'hubo Cali (@QhuboCali) August 23, 2021
Tomado de Q´hubo Medellín.
