"Me dijeron que ahí me habían hecho una brujería y que para quitármela debía matar a la bruja".
Esas fueron las palabras del homicida que acabó con la vida de una pareja en la mañana de este lunes en un sitio donde hacían santería en el sur de Cali.
Así lo aseguró Miguel Ángel Botía Murillo, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, quien reveló que el agresor había solicitado una cita en dicho lugar con ocho días de anticipación.
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El hecho se presentó en una vivienda en la Calle 13 con Carrera 57, barrio Primero de Mayo, sur de la ciudad. Las víctimas fueron identificadas como María Elena Solis Oquendo, de 51 años, y Jonathan Santamaría, de 31.
"El agresor tenía una cita el lunes con la pitonisa (Solis Oquendo). Él la había solicitado con ocho días de anticipación y a la hora que ocurrieron los hechos estaba previsto que ella lo atendiera", aseguró Botía.
Según el subcomandante de la Policía de Cali, el hombre tocó la puerta y cuando la mujer le abrió la atacó con un arma de fuego y le disparó en la cabeza. "En ese momento sale el compañero sentimental de la víctima y también le dispara con el arma", dijo.
Cabe recordar que el hombre fue capturado cuadras más adelante luego de haber cometido los hechos y fue sorprendido cambiándose la ropa para pasar "desapercibido".
"El hombre, quien simulaba ser un albañil por su vestimenta, fue capturado cambiándose la camisa. La Policía lo capturó y le incautó el arma de fuego", afirmó Miguel Ángel Botía, quien añadió que "él manifestó que ahí le habían hecho brujería y que la única manera para quitársela de encima era matando la bruja".
Por ahora, el homicida fue entregado a las autoridades competentes para que adelanten su respectivo proceso de judicialización por el delito de homicidio.
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