De los 3,2 millones de vasos plásticos usados durante el Mundial de Rusia 2018, algunos fueron reciclados por la cervecera Budweiser para construir el ReCup Arena, en Sochi.
El resultado: un campo artificial de 65 por 42 metros de área de color blanco y líneas rojas donde todos podrán practicar fútbol y, de paso, recordar el evento mundialista por mucho más tiempo, destaca el portal As.
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Al evento de inauguración asistió el excampeón italiano Marco Materazzi, que no ahorró elogios para el proyecto, replica el medio.
Por su parte, el productor cervecero promotor de la iniciativa prometió, citado por El Espectador, que para el 2025 cada botella de cerveza de su marca se fabricará con electricidad renovable y ese logro se hará visible en el empaque.
