San Antonio hoy es un territorio cada vez más verde, que lucha contra el cambio climático, renovando el pensar y accionar de su comunidad.
Gracias a este cambio San Antonio se ha convertido en un Ecobarrio, estrategia que buscan con acciones sencillas, desde la comunidad y la institución, contribuir a disminuir la huella ecológica en la ciudad.
El Dagma la implementa
Celmy Martínez Arturo, coordinadora de Calidad de Aire y Cambio Climático del Dagma, recalcó que la articulación que hoy se observa entre la entidad y la comunidad, es una muestra del objetivo que se persigue.
“Tenemos que ser más barrios, más personas comprometidas, logrando ser más eficientes con los recursos naturales”, dijo.
Una idea en expansión
Hasta el momento la estrategia ha contado con varias etapas. Actualmente el Dagma busca transformar zonas como la Urbanización Aguacatal, Sena Salomia, Altos de Santa Elena, la comuna 20 y el sector San Antonio, Libertadores y San Cayetano.
Allí los habitantes luchan contra los efectos del cambio climático a través de huertas urbanas y comunitarias, recolección de aguas lluvias, reciclaje, compostaje y el fortalecimiento e implementación de fuentes de energía alternativa.
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Javier Cifuentes, embajador de la expansión del Ecobarrio, señaló que la revolución que buscan es en el ser humano.
“La primera vez que escuché la palabra Ecobarrio fue en 2017 y de una le apostamos a un cambio . Hoy se cuida el papel, se realizan huertas en una ventana. Los resultados sí se están viendo”, contó.
Eliana Osorio Quintero, asesora de sistemas de gestión basura cero y economía circular, mencionó que el cambio se da cuando se replican pequeñas acciones como por ejemplo la ruta selectiva de orgánicos que se ha implementado como un plan piloto.
“La idea es ampliar esta actividad a los 130 establecimientos comerciales que están allí ubicados y que al final todo el barrio logre separar los orgánicos para transformarlos en abono y para que las demás fuentes de residuos tengan un mejor destino", recalcó.
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Además añadió que en San Antonio ha existido una transformación, pero ya hay cinco zonas que han entrado en este proceso de transición.
"En cada una de estas zonas han surgido nichos donde se están realizando ecotecnias, que son prácticas que permiten tener territorios más", insistió.
Ejemplo para todos
El plan de la Institución educativa Santa Librada sede Carlos Alberto Sardi era transformarse y sí que lo logró. Hoy es un verdadero ejemplo con sus huertas, la disposición de desechos, huertos verticales, mariposarios, jardines polinizadores, entre otros.
Ellos buscaban ser Ecoescuela, pero con tanto cemento dentro de la institución no era posible.
Por ello empezaron a construir ese sueño verde, rompieron el cemento y recuperaron el suelo. Dicha acción les permitió luchar contra las olas de calor y generar aulas más refrescantes.
Juan Daniel Espada, docente de básica primaria, cuenta que con el paso del tiempo los estudiantes se encargan del cuidado de los residuos, del agua.
“Los estudiantes han empezado un proceso de adaptación y de entender que su escuela se transforma. La idea es que sean ellos los que lo mantengan”, argumentó el docente.
Se acreditaron
Iniciar el proceso de basura cero, a través de la implementación de estrictos procesos de separación en la fuente, adecuada gestión de residuos orgánicos en implementación de procesos de reciclaje de productos como los aceites usados de cocina y residuos, les permitió a ocho restaurantes de San Antonio obtener el sello ‘Buen Manejo de Residuos’.
Esta acreditación los convierte en restaurantes ambientalmente responsables, al disminuir su huella de carbono en 38 toneladas de CO2 en los dos primeros meses de su acreditación.
“Lograr la acreditación de restaurante verde por el adecuado manejo de sus residuos, demanda un compromiso real de quienes trabajan en el establecimiento, además exige un compromiso de seguir trabajando en la adecuada gestión de los residuos, buscando a futuro conseguir la cero generación basuras", puntualizó la líder del grupo de Calidad del Aire y Cambio Climático del Dagma.
Ahora el reto de estos establecimientos es mantenerlo, pues el Dagma les realizará seguimiento semestral para que puedan mantener el sello.
Cabe señalar que la entrega de la acreditación a los restaurantes Macondo Café, Trilogía Pacífico, Antigua Contemporánea, Zumaia, Suspiro y Cocina, Valle Pacífico, La Boheme, Casa Alebrije y Madre Selva, se realizará el 28 de marzo.
En los dos primeros meses de vinculación al Sello ‘Buen Manejo de Residuos’, en conjunto lograron reciclar 2.363 kilos de materiales aprovechables, reutilizaron 8.927 kilos de residuos sólidos y dejaron de enviar a través de los operadores de aseo casi 9 toneladas de residuos al relleno sanitario Yotoco.
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La Beneficencia del Valle hace un llamado a los compradores de la Lotería del Valle para que revisen sus billetes del pasado 15 de marzo. https://t.co/6gQNvps8d7
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