El mundo del periodismo taurino ha perdido a uno de los cronistas más legendarios de todos los tiempos, pues hace poco se conoció la noticia del fallecimiento de Jaime López Ramírez, un manizaleño que sentó su residencia en la 'Sultana del Valle del Cauca, buscando nuevas oportunidades para su formación personal.
La música popular bailable venía de ser interpretada por big bands, que al tener una gran cantidad de músicos en sus filas, se hacían inviables comercialmente hablando.
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Surge entonces un formato de cuarteto, que solo tenía saxo, bajo, percusión y piano, y sonaba gordo. Aparece la primera agrupación en Medellín, los 'Teen Agers', quien impuso esta forma de hacer música bailable. A ellos se les sumaron allí mismo en la capital antioqueña, 'Los Graduados', 'Los Golden Boys' de los hermanos Garcés, 'Los Hispanos', 'Los Falcons', 'Los Éxitos', 'Los Monjes' y otros más. El éxito trascendió fronteras de región y aparecieron casi que consecutivamente en otra ciudades del país, grupos de igual formato como los 'Be Bops' en Bucaramanga y los 'Bobby Soxers' en Cali.
Precisamente en el cuarteto caleño de 'Los Bobby Soxers', participó Jaime López con el bajo y su voz de sonoridad metálica, que la hacía bien agradable al melómano y al bailador. Cómo no recordar en su voz 'Tulueñita', melodía con rítmico cuerpo de adolescente que hoy, 50 años después, sigue sacando las parejas a la pista de baile.
Pero no solo era la música. Jaime era un hombre versátil. Fue también uno de los más grandes narradores taurinos.
Nos cuenta el escritor tulueño y periodista taurino Oscar Hernán Correa, que uno de los grandes recuerdos que le quedará de Jaime es que antes de iniciar cada corrida, después del paseíllo, siempre cantaba para todos los asistentes, el himno nacional de Colombia.
Su entorno familiar era de extrema prioridad para él y lo caracterizó el inmenso amor por sus hijos Juan Fernando y Sebastián López Saavedra, de quienes recurrentemente estaba hablando.
Dentro de los otros caminos diferentes a la música, el maestro López Ramírez fue gerente de Seguros Skandia, además que laboró en las más importantes cadenas de radio. Incluso llegó a ser gerente del Grupo Radial Colombiano. Era publicista de profesión, además que ejercía el periodismo respaldado por la tarjeta profesional otorgada por el Ministerio de Comunicaciones, hoy Ministerio de las TIC. Colaboró con sus magníficos escritos para importantes periódicos en el país. Durante 35 años fue cronista taurino para prensa y radio.
En su rol de compositor, deja para las nuevas generaciones, cerca de 70 composiciones inéditas, escritas de su puño y letra, teniendo para algunas de ellas, importantes premios entregados por concursos a nivel nacional.
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