El gobierno de Xi Jinping presentó misiles, drones y armamento con inteligencia artificial en un evento que reunió a más de 20 jefes de Estado, entre ellos Vladimir Putin y Kim Jong-un.
Redacción El Qhubo/ Periodista Jhisús Chacín
China volvió a captar la atención internacional con un desfile militar multitudinario realizado en Pekín, donde presentó una amplia gama de nuevas armas, drones y equipos de última generación. Para muchos analistas, el evento no fue solo un despliegue de poder interno, sino un mensaje directo a Estados Unidos y sus aliados.
El presidente Xi Jinping encabezó la ceremonia acompañado de más de 20 jefes de Estado extranjeros. Entre ellos se destacaron el mandatario ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un, quienes se mostraron al frente del evento junto a Xi, en una clara señal de alineación política y estratégica.
Uno de los puntos más comentados fue la exhibición de misiles de alcance intermedio y largo. El Dongfeng-61, con capacidad para transportar múltiples ojivas, y el Dongfeng-5C, un misil balístico intercontinental, fueron protagonistas. También apareció el conocido como “guam killer”, el Dongfeng-26D, diseñado para impactar bases estadounidenses clave en el Pacífico. La presencia de misiles antibuque hipersónicos como el YJ-17 y el YJ-19 evidenció el interés de Pekín en contrarrestar la superioridad naval de Washington.
El arsenal incluyó además la arma láser LY-1, capaz de inutilizar dispositivos electrónicos o cegar pilotos, así como aviones furtivos de quinta generación, entre ellos los J-20 y J-35. Para los expertos, la presentación refuerza la estrategia de disuasión china y la construcción de una capacidad de “segundo ataque”, esencial en caso de un eventual conflicto.
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Los drones y la inteligencia artificial también tuvieron un papel central. El dron submarino gigante AJX-002, de hasta 20 metros de longitud, acaparó miradas por sus posibles usos en vigilancia y reconocimiento. Se sumó el dron de ataque furtivo GJ-11, conocido como loyal wingman, diseñado para operar junto a aviones tripulados. Incluso se presentaron “lobos robóticos”, con potencial para cumplir misiones de exploración o neutralización de amenazas.
Para analistas internacionales, esta apuesta muestra que China está orientando su estrategia militar hacia una integración profunda de la IA en el campo de batalla, algo que muchos países aún miran con cautela. Pekín, en cambio, parece confiar en que podrá controlar esta tecnología y convertirla en ventaja táctica.
No obstante, especialistas coinciden en que, aunque China avanza rápidamente en la acumulación de arsenal, el ejército estadounidense todavía conserva una ventaja operativa. La cultura militar de Estados Unidos, que otorga autonomía a las unidades en combate para tomar decisiones inmediatas, lo hace más ágil frente a un ejército chino que, pese a su magnitud, no ha sido probado en guerras significativas en décadas.
El mensaje político del desfile también fue evidente. La caminata conjunta de Xi, Putin y Kim Jong-un envió una señal a Washington: un eventual desafío a este bloque podría significar enfrentarse a varios frentes de manera simultánea, desde la península de Corea hasta el estrecho de Taiwán y Ucrania.
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