Estos son los principales aspectos sobre la donación y trasplante de órganos que toda persona debe conocer. Un cuestionario explicado por médicos especialistas de la Unidad de Trasplantes de la Fundación Valle del Lili.
¿Qué es un trasplante?
Se define como el reemplazo de un órgano en un paciente (receptor) crónicamente enfermo por otro órgano sano proveniente de un donante en muerte cerebral o, en casos específicos, de un donante vivo. Se denomina explantación cuando se extrae el órgano del donante, e implatación cuando se aloja en el paciente receptor. Entre los órganos que pueden donarse y a su vez trasplantarse están: el corazón, los pulmones, el hígado, el páncreas, los riñones y el intestino. También pueden realizarse trasplantes de tejidos como córneas, globos oculares, huesos, piel, válvulas cardiacas y tejido osteotendinoso (músculos, hueso, tendones, cartílago).
Otro tipo de trasplante es el de médula ósea, que se realiza a partir de células madre hematopoyéticas, las cuales se pueden extraer de sangre periférica, sangre de cordón umbilical o de la médula osea. En la Fundación Valle del Lili cuentan con una Unidad de Trasplantes de Órganos y Tejidos, así como una Unidad de Trasplante de Médula Ósea para adultos y niños.
¿Quiénes pueden ser donantes?
En Colombia, según la Ley 1805 del 2016, todos pueden ser donantes de órganos y tejidos sin importar edad, raza, sexo o creencia religiosa. De este modo se permite a las personas decidir en vida que, a su muerte, sus órganos y tejidos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. De otra forma, sus parientes podrán tomar esa decisión, llegado el momento.
Sin embargo, aclara el doctor Jhon Bernardo Ortiz Micolta, coordinador de Donación y Trasplantes de la Fundación Valle del Lili, “debemos saber que pese a nuestro deseo de ser donante de órganos, no todos podremos serlo, ya que para ello será necesario que el fallecimiento acontezca en una clínica u hospital, donde el potencial donante se encuentre en la unidad de cuidados intensivos y sea posible realizar las pruebas complementarias del Diagnóstico de Muerte Cerebral; de igual forma, se deben mantener las condiciones artificiales para la preservación de los órganos, así como realizar los necesarios estudios para minimizar riesgos infecciosos en los receptores”.
En el caso del trasplante de médula ósea, aclara el doctor Diego Medina, onco-hematólogo pediatra, “en la mayoría de los casos los donantes son hermanos, padre, madre, u otros familiares cercanos, siempre y cuando tengan una compatibilidad con el receptor”.
Existen donantes de dos clases: donantes vivos que pueden compartir uno de sus riñones, parte de su hígado y médula ósea. Y donantes fallecidos, que pueden donar órganos y tejidos.
¿Cuáles son los tiempos de isquemia?
La isquemia es el período de tiempo que tiene fuera del organismo un órgano para trasplante. Explica el doctor Ortiz Micolta, “es el lapso que transcurre entre la cesación de la circulación sanguínea del donante y su implante en el receptor”.
-Corazón: 4 a 5 horas.
-Pulmones: 10 horas.
-Hígado: entre 8 a 10 horas.
-Páncreas: máximo 8 horas.
-Intestino: 10 horas.
-Riñones: máximo 18 horas.
Tejidos
Los tejidos son los únicos que se pueden almacenar por un tiempo específico, a través de técnicas de criopreservación.
-Las córneas pueden estar almacenadas alrededor de quince días.
-La piel, huesos y válvulas cardiacas pueden conservarse por seis meses, uno o dos años, dependiendo de la técnica de criopreservación.
¿Quiénes pueden ser trasplantados?
Se pueden presentar diferentes enfermedades que requieran de un trasplante. En particular, el cirujano abdominal, Mauricio Millán, aclara que pueden ser trasplantados de riñón o hígado “los pacientes que padecen distintas enfermedades como falla renal crónica terminal, cirrosis hepática con alguna complicación como sangrado digestivo alto por hipertensión portal, encefalopatía hepática y ascitis intratable; estas últimas son complicaciones de la cirrosis hepática. También necesitan ser trasplantados los pacientes diabéticos tipo 1, insulinodependientes con daño de órgano blanco, a quienes se les trasplanta el páncreas”.
Cabe aclarar que, para los pacientes con problemas de alcoholismo, fumadores y fármacodependientes, estos se podrán trasplantar siempre que logren pasar 6 meses, como mínimo, de no estar consumiendo, así como hallarse en rehabilitación y ser evaluados por especialistas en psicología y psiquiatría.
Quienes necesitan un trasplante de médula ósea, en la mayoría de los casos, son pacientes con algún tipo de leucemia y otras enfermedades de la sangre, cuando inicialmente no obtuvieron buena respuesta a la terapia convencional.
¿Qué es la histocompatibilidad?
Son pruebas de laboratorio a través de las cuales se determina el grado de compatibilidad genética entre el donante de órganos y los receptores a los que se trasplantará. Cuando se presenta un donante se le realizan estudios de antígenos leucocitarios en la sangre, que se comparan con los de los pacientes en lista de espera para ese órgano, de esta forma se garantiza la transparencia, puesto que solo el receptor que tenga mayor compatibilidad puede recibir el trasplante.
En los trasplantes de médula ósea se evalúan en laboratorios de genética las muestras de sangre de los familiares del paciente y según el resultado escoger el donante más apropiado.
¿Cómo funciona la lista de espera?
La lista de espera para trasplante es un gran registro de pacientes agrupados según el órgano o tejido que le deba ser trasplantado. Esta lista es auditada y regulada por el Instituto Nacional de Salud (INS), entidad que administra la plataforma llamada RED DATA, en la cual se verifican los datos clínicos de los receptores, la indicación clínica del trasplante, la valoración de cada caso por un grupo interdisciplinario de especialistas adscritos a un programa de trasplante en las diferentes regionales del país.
De esta forma, el INS verifica que los pacientes cumplan con todos los protocolos exigidos por la ley para ser incluidos en una lista de espera nacional, que actualmente supera las 2500 personas. El seguimiento de cada paciente se realiza a través de la RED DATA, que opera en tiempo real las 24 horas del día, los 365 días del año, registrando toda la actividad del proceso de donación-trasplante. Este sistema cuenta con estrictas normas de seguridad.
En particular, para los trasplantes de médula ósea, el tiempo de espera depende de la disponibilidad del donante y que el estado de salud del paciente lo permita.
¿Qué es la muerte cerebral?
La muerte cerebral o encefálica se produce cuando una persona sufre una lesión cerebral severa e irreversible, comprometiendo toda la actividad del cerebro y el sistema nervioso, puesto que este órgano es el encargado de controlar las funciones vitales de todo el organismo. Una muerte cerebral puede ser producto de traumatismos cráneo encefálicos ocasionados por accidentes de tránsito, heridas por arma de fuego y hemorragias cerebrales, entre otras lesiones. En el estado de coma y el estado vegetativo el cerebro aún responde, en el primero sin abrir los ojos y en el segundo el paciente se despierta, pero no se conecta con el entorno.
Un diagnóstico de muerte encefálica debe ser confirmado, en primer lugar por los especialistas en Neurociencias (neurocirujano o neurólogo clínico) y en segundo por el médico especialista tratante (médico general, internista o intensivista).
¿Por qué no es posible el tráfico de órganos?
Al respecto, explica el doctor Luis Armando Caicedo Rusca, jefe de la Unidad de Trasplantes de la Fundación Valle del Lili, “Colombia tiene una legislación muy estricta frente al tema de la donación y trasplante, ya que el tráfico de órganos es considerado un delito penal, según la ley 919 de 2004. Igualmente, para realizar trasplantes se necesita de una clínica con una gran infraestructura física y tecnológica, y es el Ministerio de Salud el que habilita a una entidad para realizar estos procedimientos.
En nuestro país hay aproximadamente 20 centros médicos donde se puede realizar algún tipo de trasplante. En la Fundación Valle del Lili realizamos la mayoría de ellos (órganos, tejidos y médula ósea). Es imposible que se haga en un lugar que no tenga la infraestructura, la tecnología y el personal humano especializado. Además, todos los equipos usados para trasplantes son registrados y se les hace seguimiento. Los especialistas deben estar acreditados por instituciones oficiales, que los vigilan en bases de datos y delimitan los lugares e instituciones donde un cirujano puede realizar trasplantes”.
Por estas razones es que el denominado tráfico de órganos en Colombia no representa una oportunidad para los criminales, ya que su complejidad desde el punto de vista médico e infraestructural está por fuera del alcance de cualquier organización al margen de la ley.
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