En el barrio Aranjuez, en época decembrina, es poco lo que se duerme. Sus habitantes aprovechan la tranquilidad de la madrugada para salir a pintar las calles de su cuadra, una tradición muy propia de nuestra ciudad y que se niega a desaparecer.
Lo mejor, nadie quiere que se pierda por que sin duda, esta tradición es un símbolo de Navidad, así como lo son los Años Viejos, la pólvora, la natilla y los buñuelos.