El volcán Puracé, ubicado en la cadena volcánica Los Coconucos, en el sur del Cauca, continúa bajo alerta naranja debido a la persistencia de su actividad sísmica y a la emisión de gases y ceniza, según informó el Servicio Geológico Colombiano (SGC). La entidad explicó que el comportamiento registrado en los últimos días obliga a mantener este nivel de vigilancia reforzada.
De acuerdo con el monitoreo permanente, se siguen evidenciando manifestaciones internas que indican un proceso activo dentro del edificio volcánico. El SGC señaló que estas señales no corresponden a un episodio aislado, sino a una dinámica sostenida que requiere observación constante y análisis detallado de todos los parámetros técnicos.
Uno de los principales factores para mantener la alerta es la sismicidad asociada al movimiento de fluidos en el interior del volcán. Los equipos de monitoreo han registrado sismos tipo Largo Periodo, pulsos de tremor y tremor continuo, localizados en su mayoría bajo el cráter del Puracé.
Estos eventos se han presentado a profundidades menores a un kilómetro, lo que indica un proceso activo de ascenso y liberación de gases hacia la superficie. El SGC explicó que este tipo de señales es característico de volcanes que permanecen en un estado de inestabilidad interna.
Adicionalmente, se detectaron sismos de baja magnitud relacionados con el fracturamiento de roca. Estos eventos se localizaron a menos de un kilómetro alrededor del cráter, con profundidades inferiores a los dos kilómetros, lo que refuerza el diagnóstico de actividad persistente en el sistema volcánico.
Parte de la sismicidad registrada coincidió con emisiones de ceniza volcánica, las cuales fueron dispersadas principalmente hacia el noroccidente, de acuerdo con la dirección de los vientos predominantes. Las columnas alcanzaron alturas de hasta 800 metros sobre la cima del volcán.
En total, el SGC reportó cuatro emisiones de ceniza, situación que motivó la emisión de alertas dirigidas a la Aeronáutica Civil, como medida preventiva para la seguridad aérea. También se recibieron reportes de caída de ceniza en las veredas Cristales, al noroccidente, y Chiliglo, al occidente del volcán.
El monitoreo satelital permitió identificar valores importantes de dióxido de azufre (SO₂) emitidos a la atmósfera, con una dispersión predominante hacia el noroccidente en un radio aproximado de 150 kilómetros. Asimismo, se mantienen temperaturas elevadas en la zona del cráter, similares a las observadas en días anteriores, asociadas a la salida de gases calientes.
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