El presidente de la República, Gustavo Petro, junto con el ministro de Defensa, Iván Velásquez, visitaron a los niños y se dio a conocer el primer reporte médico.
El general y médico Carlos Rincón informó que, a pesar de enfrentar un cuadro de desnutrición, la vida de los niños no está comprometida. Se encontraron en condiciones clínicas aceptables a pesar de la difícil situación por la que pasaron. Actualmente, están sometidos a un protocolo de diagnóstico que incluye exámenes paraclínicos e imágenes, además de recibir atención nutricional y apoyo psicológico.
El médico manifestó que los cuatro niños se encuentran en condiciones generales aceptables, pero se requiere una atención especial para la niña de un año. No existen condiciones que pongan en riesgo la vida de los menores. Sin embargo, debido al cuadro clínico que presentan, se estima que deberán permanecer entre dos y tres semanas en el Hospital Militar Central para recibir el cuidado necesario.
En cuanto a las lesiones físicas, el galeno informó que los niños no presentan heridas graves, solo algunas lesiones superficiales y picaduras, pero nada de gravedad. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, agradeció el trabajo conjunto realizado por las comunidades indígenas y los comandos de las Fuerzas Militares para encontrar a los menores sanos y salvos.
El ministro resaltó que los niños recibirán toda la atención que necesiten en el hospital, así como el apoyo de las comunidades indígenas. Incluso, este sábado se llevó a cabo un ritual de agradecimiento a la tierra por haberlos encontrado, evidenciando la importancia de la conexión entre la naturaleza y la cultura de estas comunidades.
Los cuatro menores de edad, quienes estaban desaparecidos en la selva del Caquetá hace 40 días, llegaron en la madrugada de este sábado al Comando Aéreo de Transporte Militar, Catam, en Bogotá.
En el lugar los esperaban varias ambulancias que se encargarían de trasladarlos al Hospital Militar, acompañados por un equipo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para garantizar la protección de sus derechos como niños. Los niños fueron transportados desde San José del Guaviare a Bogotá en un avión medicalizado de la Fuerza Aérea colombiana, junto con su padre y uno de sus abuelos.
Durante el viaje, un grupo de médicos pediatras los atendió, asegurándose de mantenerlos hidratados y brindándoles los cuidados necesarios hasta llegar a Bogotá.
Al aterrizar, los niños fueron cuidadosamente bajados de la aeronave en camillas. Tanto los militares como los indígenas y los paramédicos presenciaron este milagroso momento y lo celebraron con un fuerte aplauso como muestra de agradecimiento por el éxito de la llamada ‘Operación Esperanza’.
El rescate exitoso de los niños indígenas es motivo de alegría y esperanza para todo el país. La solidaridad y el esfuerzo conjunto de diversas instituciones y comunidades demostraron la importancia de la unidad. Ahora, los niños recibirán el cuidado necesario para recuperarse tanto física como emocionalmente.
La noticia del rescate de los cuatro niños indígenas en la selva del Guaviare ha generado gran alivio y alegría en todo el país. Sin embargo, hay un aspecto que aún mantiene en vilo a muchas personas: la desaparición del perro Wilson, quien formaba parte del equipo de búsqueda y se encuentra extraviado desde hace varios días.
La labor de Wilson fue crucial durante la búsqueda de los menores, ya que sus habilidades olfativas y su entrenamiento le permitieron seguir el rastro y ayudar a encontrar pistas que condujeron al hallazgo de los niños. Sus huellas se convirtieron en una guía para los rescatistas, quienes confiaban en que el canino se encontraba junto a los pequeños.
El teniente coronel Fausto Avellaneda, quien estuvo a cargo de las operaciones de búsqueda, expresó su preocupación por la desaparición de Wilson. En declaraciones a los medios de comunicación, mencionó: “Nosotros tenemos un perro perdido y en las últimas huellas, se muestra una huella de un perro y se muestra la huella de un niño. Nosotros creemos que Wilson está con ellos. Así se llama el perro, pero está perdido. Sería espectacular que el perrito estuviera con ellos, sería una buena compañía”.
El perro Wilson era parte fundamental del equipo de búsqueda, y su entrenamiento le permitió reconocer el olor del niño Cristin al detectar el tetero. Su ausencia ha generado incertidumbre sobre su paradero y su posible estado de salud.
Durante más de un mes, más de 200 personas, entre miembros del Ejército y comunidades indígenas, se sumaron a los intensos operativos de búsqueda en la selva. Siempre confiaron en la valiosa ayuda de Wilson y estaban convencidos de que el perro estaba manteniendo a los niños a salvo en algún lugar seguro.
La noticia de la desaparición de Wilson ha generado preocupación y solidaridad en la comunidad. Muchos esperan que el perro sea encontrado pronto y se pueda reunir con los niños a los que ayudó a encontrar.
Las autoridades y grupos de rescate continúan desplegando esfuerzos para dar con el paradero de Wilson. Se están realizando búsquedas exhaustivas en la zona donde se perdió, utilizando todos los recursos disponibles para su localización.
Mientras tanto, la atención se centra en la recuperación y el cuidado de los cuatro niños rescatados, quienes se encuentran deshidratados pero estables. El reencuentro con sus familias ha sido un momento emotivo y esperanzador para todos.
Te puede interesar: Los niños sobrevivientes de la selva ya llegaron a Bogotá
LEE TAMBIÉN:
La Policía Metropolitana de Cali confirmó que hay un capturado por el violento hecho que…
Emcali confirmó los trabajos que realizará el día de hoy, 22 de noviembre de 2024.…
La Policía Nacional puso 'mano dura' a pocos días de iniciar la temporada de diciembre.…
Las votaciones del Área Metropolitana del Suroccidente se llevarán a cabo este 24 de noviembre…
Varios sectores de la capital del Valle se engalanarán para recibir la Navidad. La época…
Detrás de cada misión, el factor humano es esencial. Esta es la historia de un…