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Un ingeniero adscrito a la operación del MIO Cable en Cali, falleció en la madrugada del pasado sábado cuando realizaba labores de mantenimiento.
Se trata de Daniel Martínez, de 39 años de edad, oriundo de Villamaría, Caldas, quien laboraba como ingeniero electromecánico desde los inicios de la operación del sistema.
Martínez se encontraba con otros cuatro operarios realizando un mantenimiento en la estación Lleras Camargo, en el sector de La Estrella.
"En este caso estaban haciendo el mantenimiento a la 'volante', que es esa rueda grande que tenemos amarilla, que gira y gira el cable, lo trae, lo lleva. Estaban sentados arriba de ella", explica Hernán Loaiza, gerente de la Asociación Cable Aéreo Manizales, entidad encargada de la operación del MIO Cable.
Mientras Martínez y los otros operarios estaban sobre la rueda de esa estación, otro funcionario se encontraba en la estación de Cañaveralejo, más abajo, sobre la Calle 5.
Desde ahí, se puso a funcionar el sistema, por un "error humano", lo que puso a girar la volante de la estación Lleras Camargo donde se encontraban el ingeniero Martínez y sus compañeros.
"Al empezar a funcionar, la volante empieza a girar. Entonces ellos se tiran al suelo para evitar que la rueda los pueda partir, los pueda triturar. Y al tirarse, (Martínez) se golpeó en la cabeza", cuenta el gerente Loaiza.
La distancia entre la volante y el suelo es de unos 2.5 metros, dice Loaiza; por lo que los hombres no dudaron en saltar de la estructura.
Tras resultar herido en la cabeza, el ingeniero Martínez fue llevado a un hospital cercano, en donde estuvo hasta las 7:00 de la mañana del sábado, cuando finalmente falleció.
En el accidente también resultó herido otro operario, quien fue dado de alta este fin de semana.
Errores mortales...
El gerente Loaiza explica que se investigan al menos tres situaciones que agravaron el accidente. La primera de ellas es que las personas que participaban en el mantenimiento no accionaron un botón que impide que el sistema se mueva, así se le dé la orden desde una estación.
"No accionaron un botón de parada que ellos usan para que la máquina no funcione cuando están haciendo mantenimiento. Ninguno se percató de ello", dice Loaiza.
La segunda situación de riesgo es que se encontraba desactivada una alarma que advierte el inicio de circulación del Cable con varios segundos de anticipación. Esto habría puesto en aviso a los operarios.
Sin embargo, se encontraba desactivado debido a que la comunidad del sector había puesto un derecho de petición quejándose del ruido que esta alarma generaba.
El tercer error habría sido de comunicación. Pues los hombres que estaban arriba en la estación Lleras Camargo y los que estaban en Cañaveralejo debían mantener una comunicación clara para que no se pusiera a rodar el sistema.
"Desafortunadamente hubo falta de atención y de cuidados. Se saltaron unos protocolos de seguridad que deben existir", finalizó Loaiza.
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