Un ejemplo de ello es Recamier, una compañía dedicada a la industria de la belleza, que durante 75 años ha dejado en alto, no solo el nombre de la ciudad, sino de Colombia, pues es reconocida como una de las más influyentes en el mundo de la cosmética.
George Bougaud, presidente y propietario de la marca, habló con El País sobre su historia y las proyecciones que tiene de seguir conquistando el mercado latinoamericano.
Recamier empezó como un salón de belleza. Fue fundado el 15 de octubre de 1947 por mi padre, Edmond Bougaud, y quedaba en una calle sin salida atrás de la antigua sede de la Gobernación del Valle.
Al principio fueron años muy duros, casi nadie lo conocía, tal vez por su ubicación. Luego nos trasladamos al frente del Café Colombia y allí comenzó a crecer y a convertirse en el mejor salón de la ciudad en esa época de finales de los 40 y la década del 50
El salón era visitado por las señoras más distinguidas de la ciudad. Era tan buscado, que hasta Jovita Feijó arrimaba para que la peinaran. Yo era muy niño y recuerdo que le tenía miedo. Jajaja (risas).
Mi papá viajó a New York y tuvo la oportunidad de reunirse con unos empresarios franceses que le dieron a conocer la laca Kleer - Lac y él decidió tomar la representación para Colombia.
Tiempo después, él mismo empezó a fabricarla de manera artesanal en el garaje de la casa y fue un éxito total, pues en el país prácticamente nadie usaba lacas.
Todo el mundo empezó a visitar el salón para buscarla y el producto se empezó a distribuir por toda Colombia. Así, la empresa fue tomando más fuerza como industria y no como salón de belleza, y en el año 62 mi papá le cedió el salón a sus peluqueras y arrancó esta aventura con la apertura de la planta industrial donde estamos hoy en día en la Calle 34 con Octava.
Después del éxito de la laca, sacamos al mercado el shampoo Muss que fue líder absoluto en los años 60, 70 y 80. También tenemos una línea que se llama Vital, (shampoo y productos capilares), que aquí en Colombia es solo para hombres.
A nivel internacional, Vital es para hombres y mujeres. Estas dos líneas son muy fuertes e importantes para nosotros. Con ellas facturamos US$13 millones al año.(US$7 millones de Vital y con Muss US$6 millones).
También tenemos la línea de tintes Luminance, Green Code (sin amoníaco), Deo Pies, con la que patrocinamos al Deportivo Cali; Tanga, con productos de protección solar. En la línea antibacterial tenemos Bacteriom y Sol Eclair (aclarador capilar).
En este momento tenemos sucursales en Ecuador, Perú y Estados Unidos. Tenemos distribuidores en Chile, Bolivia, casi todo Centro América y las islas del Caribe.
Desde el pasado mes de julio entramos al mercado de Venezuela. Nuestra casa matriz es aquí en Cali, pero tenemos vendedores en todo el país. Anualmente, fabricamos 6.500 toneladas de productos de todas nuestras líneas.
En Colombia generamos 700 empleos fijos y 70 temporales. En los tres países donde tenemos oficinas hay 300 empleados. El 60% de nuestra fuerza laboral está representado en la venta y me gusta resaltar que el 75% de nuestros trabajadores son mujeres.
En cinco años ya no estaré (risas). He pensado que cuando cumpla los 50 años de estar en la compañía me retiro, es decir, en tres años.
El principal motivo para las compañías es el empleo. Las empresas están hechas de gente, no de máquinas, ni finanzas. Mi deseo es continuar generando empleo para la ciudad y los países donde estamos. Tenemos que continuar sobreviviendo pase lo que pase y así garantizar el empleo, que es lo que más nos preocupa.
Nuestros próximos pasos son México, el año entrante, terminar de lanzar todas líneas en Venezuela y conquistar los mercados de Brasil, Argentina y Canadá.
La verdad nuestra línea de productos antibacteriales nos dio la mano y en época de pandemia la venta se disparó. Afortunadamente, no tuvimos que prescindir de ningún empleado. Por el contrario, nos tocó contratar temporales.
Decidimos celebrar dando a conocer la historia de la compañía, pues casi nadie sabe de ella. La gente conoce las marcas, pero no a Recamier como empresa.
Para eso, escogimos como escenario el Museo de La Tertulia, en donde distribuimos diferentes módulos y en cada uno se representará cada una de nuestras 11 marcas.
La exposición estará abierta al público de martes a domingo hasta el próximo 14 de octubre.
El nombre viene de madame Recamier, la mujer más bella e inteligente que tuvo Francia a finales del siglo XVIII. Napoleón la desterró porque hacía tertulias en su casa para hablar de filosofía y política, y era considerada una mujer peligrosa. Mi padre fue quien escogió el nombre.
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