La aerolínea de bajo costo Ultra Air dijo, a través de un comunicado, que le solicitó apoyo al Gobierno Nacional con el fin de continuar prestando el servicio público, para lo cual indicó que “siguen trabajando para obtener nuevos recursos de nuestros inversionistas y banqueros, ya que la salida de JetSmart del acuerdo firmado, puede obligarnos a ajustar la operación, caso en el cual estaremos contactando a nuestros clientes para minimizar los impactos que estos cambios puedan generarles”.
Ante este panorama en el mercado aéreo, la Superintendencia de Transporte decidió tomar cartas en el asunto y señaló que la compañía “no tiene indicadores financieros positivos”.
Ayda Lucy Ospina Arias, superintendente de Transporte, dijo que este sector comercial se ha venido afectando por varios factores como los costos del combustible, el IVA en los tiquetes y la inflación que golpea al territorio nacional. “Todo esto debido a que la empresa maneja su estructura de costos con dólares, por lo que encarece las operaciones de la organización”, sostuvo.
Por lo anterior, le ordenó activar un plan de contingencia para prevenir un caso similar al de Viva Air, debido a los problemas que presenta la aerolínea de bajo costo que opera hace menos de un año en el país.
Según lo informado por la Superintendencia, “la empresa refleja una posible vulnerabilidad a la capacidad operativa que permita cumplir con su objeto social, así como con las obligaciones a su cargo, principalmente aquellas relacionadas con proveedores y ventas anticipadas de tiquetes”.
La autoridad explicó que la aerolínea de bajo costo continúa volando, pero con una reducción parcial en su capacidad por motivos técnicos.
De hecho, ayer ocho vuelos registraron demoras y uno -que cubriría la ruta Bogotá - Medellín fue cancelado.
A través de un comunicado Ultra Air manifestó que “no somos ajenos a la situación actual, donde los diferentes factores macroeconómicos han afectado la industria. Sin embargo, Ultra Air está respaldada por inversionistas sólidos que creen en el proyecto de la compañía y que son conscientes de los retos actuales del sector”.
La crisis desatada por la suspensión de operaciones de Viva Air, el pasado 27 de febrero, llevó a que las autoridades les solicitaran a todas las aerolíneas sus estados financieros para conocer de cerca cómo se encontraban para operar y el Ministerio de Transporte alertó por el riesgo financiero de Ultra.
Sostuvo que la compañía estaba tramitando un crédito para su capitalización, por lo que estaban monitoreando la situación para prevenir los riesgos a los pasajeros.
“Estamos haciendo vigilancia y monitoreo. Con la Superintendencia de Transporte estamos obteniendo toda la información, estados financieros actualizados y balances de pasivos y activos”, precisó el ministro Guillermo Reyes.
Sin embargo, Ultra dijo que “está respaldada por US$20 millones de inversionistas sólidos que creen en el proyecto de la compañía y que son conscientes de los retos actuales del sector", explicó la compañía en ese momento.
La decisión de Ultra Air de cancelar la venta de tiquetes se dio a conocer luego de que la empresa JetSmart anunció que desistía de la carta de entendimiento firmada el pasado 16 de marzo, en la que expresaba su intención de comprar las acciones de Ultra Air.
Sin embargo, directivos de JetSmart reconfirmaron su interés por entrar con nuevas rutas al mercado nacional.
“Como hemos afirmado en todo este tiempo, en JetSmart continuaremos enfocados en cumplir los requisitos de nuestro proceso de certificación trabajando de cerca con la Aeronáutica Civil”, indicó el presidente de la compañía, Estuardo Ortiz.
Actualmente Ultra Air genera 350 empleos directos y 1500 indirectos.
En la Comisión Sexta del Senado se llevó a cabo un debate de control político por el caso Viva Air. El senador Guido Echeverry consideró inútil el pronunciamiento de la Aeronáutica y dijo que “el Estado actuó de manera ineficiente en el manejo de esta problemática. Hace 7 meses Avianca solicitó la integración y las respuestas se dieron cuando ya no había retorno”. Agregó “aquí perdió el Estado que fue garante de Viva Air con un crédito con dos bancos que suman los $74 mil millones; Avianca por la integración económica; Viva Air al declarase en banca rota; las agencias de viaje por $700 mil millones en pérdidas y los pasajeros”.
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