Las frutas y las verduras, que antes se mantenían estables ante el alza inminente de la carne de res y el pollo, hoy muestran un incremento sustancial en sus precios.
La libra de papa amarilla, tomate de árbol y tomate chonto, por ejemplo, se pueden conseguir a 1.800; mientras que la habichuela, la remolacha y el apio alcanzan los 2.000 pesos la libra.
Los comerciantes aseguran que en el alza de los alimentos ha repercutido la inflación y el conflicto entre Rusia y Ucrania, pues productos utilizados para la producción agrícola como los fertilizantes, fungicidas e insecticidas, han alcanzado un 200% en aumento.
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Un reporte del Ministerio de Agricultura indica que el fertilizante a base de úrea subió un 184%, costo de producción que también aumentó para el campesinado.
Es decir, que los precios de los alimentos se han visto presionados, a su vez, por los altos costos de producción debido a la escasez de insumos.
Según Edgar López, vocero de los comerciantes del sector de Santa Elena, la preocupación reina en la zona, pues la gente ya no tiene la capacidad de comprar que tenía antes. “Por ende la oferta laboral que tenemos con más de 24 mil empleos que se generan directa e indirectamente, se ha reducido porque hay comerciantes que empiezan a despedir a sus empleados porque no tienen como mantenerse”, argumentó.
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Indicando también que a raíz del incremento desproporcionado en los insumos para la producción agrícola, se ha desincentivado al agricultor, por ende hay una menor oferta y una mayor demanda, lo que también conlleva a que los precios aumenten.
La papa y la carne de res siguen elevándose. Una libra de carne alcanza hoy los 20 mil pesos.
El limón es otro de los productos que se ha incrementado notoriamente. El limón Pajarito está a 2.000 la libra, y el Tahití a 2.500 pesos.
La cebolla cabezona se mantiene a 2.000 pesos la libra, mientras que el maracuyá alcanza los 2.300 pesos y el lulo, los 2.400 pesos la libra. 4000 pesos es el costo de una libra de aguacate.
Entre los productos más económicos están la unidad de mazorca, a 900 pesos; la yuca a 1.600 pesos la libra, la cebolla cabezona a 1.600 pesos y la lechuga batavia a 1.000 pesos la libra.
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Los alimentos más costosos son: la carne de res, que ya lleva más de un año y medio incrementando su valor, a lo que se suman productos como la papa que está en un 200% de incremento, el tomate que costaba 900 la libra, hoy está a 2.000 pesos la libra; además del huevo y el arroz.
Antes del estallido social, un panal de huevos tipo A costaba 7.000, mientras que hoy sobrepasa los 15 mil pesos. El huevo AA está en 16 mil pesos y el AAA alcanza hasta el momento los 16.800 pesos.
El vocero de los comerciantes del sector de Santa Elena contó que uno de los productos que seguirá en aumento será el arroz.
“Este producto ha sufrido una variación desde la primera semana de noviembre de 2021. Allí la arroba de arroz, es decir, las 25 libras, se conseguían a 26.000 pesos, pero ahora está a 40.000 pesos, lo que equivaldría a un 70%. Ya nos habían advertido los productores de arroz sobre este aumento, pues ellos empezaron a sembrar maíz para calmar la oferta que se necesitaba para la cadena bovina y con la crisis de Rusia y Ucrania esto se agudizó más por el uso de los fertilizantes”, comentó.
Ante los altos precios de la carne de res y el pollo, muchos optaron por consumir pescado.
Karen Muñoz, asistente administrativa del Gran Langostino – agencia La Sirena, contó que aunque en general los productos han subido de precio, la tilapia roja es uno de los que muestra un aumento mayor.
Anteriormente la libra de este pescado estaba a 6.000 pesos, mientras que hoy llega a 7.000 pesos.
El Bocachico alcanza los 10.600 la libra, el Pargo Rojo está a 12.350, la corvina a 7.350, el camarón crudo a 14.700 y el precocido a 19.400 la libra.
Las cifras del Dane muestran que en Santa Elena se manejan más de 300 mil toneladas de alimentos al año para más de 15.000 tenderos que hoy no dejan de preocuparse, no solo por el incremento de precios, sino también porque hay alimentos que empiezan a escasear. “No estamos viendo que esta situación a corto plazo vaya a mejorar”, dijo el comerciante Alberto Echeverri.
Entre las propuestas del gremio de comerciantes al Gobierno está el que se les brinden subsidios al campesinado que tenga entre una y dos hectáreas, pues consideran que son de los más perjudicados en toda esta cadena alimentaria.
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