Javier Guillermo Cely, el odontólogo involucrado en la fuga de Merlano, habló para la Unidad Investigativa de El Tiempo, y confirmó que su vida se le ha vuelto una pesadilla.
La vida del odontólogo Javier Guillermo Cely no volvió a ser la misma desde que se vio involucrado en el plan de fuga de Aida Merlano Rebolledo, en el 2019.
La Unidad Investigativa del diario El Tiempo le ha seguido la pista al profesional a quien en las audiencias, se le ha llegado a ver con lágrimas en los ojos y pañuelo en mano.
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“Yo he sido un chivo expiatorio, estoy muerto en vida, me dañaron mi familia, mi profesión, estoy en tratamiento psiquiátrico. Esto que me está pasando me genera estrés, me da tos, vómito”, manifestó el odontólogo en medio de una audiencia realizada la semana pasada, en la que entregó información muy distinta a la que hace un mes dio una investigadora de la Fiscalía.
Esa investigadora señaló, según El Tiempo, que el odontólogo participó de la fuga de la ex congresista, y que en las imágenes reveladas se evidencia que hubo hasta abrazo de por medio.
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Ante esto, el odontólogo ha insistido que el abrazo era un simple gesto profesional con la paciente, que él no sabía del plan de fuga de Merlano y que a la mujer solo la había visto en dos ocasiones, , cuando días antes lo buscó para que le hiciera un tercer diseño de sonrisa.
“El doctor Mauricio Arango Isaza (dueño del consultorio) me contacta y me dice que tiene una paciente a la que le han realizado dos diseños y nunca ha quedado satisfecha”, subrayó el odontólogo.
Además de negar cualquier relación con la prófuga excongresista, detenida en Venezuela, el odontólogo según El Tiempo, afirmó que no vio la soga roja con la que ella saltó del consultorio, ni que tampoco vio la seña que supuestamente le hizo el hijo de Aida Merlano para que abandonara el lugar, pese a que los videos muestran lo contrario.
¿Cómo se enteró de la fuga?
Según Javier Guillermo Cely, la noticia de la fuga se la dio su colega Mauricio Arango, dueño del consultorio, quien lo llamó a contar lo sucedido.
Según Cely, una vez terminó de atender a Merlano, se fue en taxi a otro compromiso en una clínica cerca del Parque El Virrey, en Bogotá.
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Cuando supo de la noticia se devolvió al consultorio al que 10 días antes ya había entrado Aida Merlano.
El día de la cita
Según el abogado, el 24 de septiembre de 2019, la excongresista agendó una primera cita de valoración odontológica para su nuevo diseño de sonrisa.
En esa primera cita entraron los dos hijos de Merlano y un agente del Inpec que los acompañó siempre, cosa que no pasó el día de la fuga, pues en esa ocasión el guardián se hizo afuera.
Ella le manifestó a Cely que no estaba conforme ni con el tamaño, ni con la forma ni con el color de sus dientes, por lo que quedaron de verse días después, donde finalmente se concretó la fuga, aunque él insiste que nunca supo nada de ese plan.
En la audiencia, el odontólogo concluyó que es inocente y que la única vez que cruzó palabras con Aida Merlano fue para decirle que si ella creía en la Virgen, rezara mucho que la Virgen la iba a ayudar.
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