Hay nueva condena contra patrullero por la muerte de Javier Ordóñez

Nueva condena por la muerte de Javier Ordóñez, la cual se presentó en el mes de septiembre de 2020.

Un juez penal especializado de Bogotá emitió sentido de fallo condenatorio contra el patrullero Harvy Damián Rodríguez Díaz, por su responsabilidad en la muerte de Javier Ordóñez Bermúdez, el 9 de septiembre de 2020 en Bogotá.

Así lo determinó el juez al valorar las pruebas y argumentos presentados por la Fiscalía General, tras la muerte del ciudadano tras ser reducido por uniformados de manera violenta y sometido con electrochoques ocasionados con un dispositivo tipo táser.  

El patrullero Rodríguez Díaz coordinó el traslado de Ordóñez Bermúdez al CAI de Villa Luz, en la localidad de Engativá, donde se presentaron otras agresiones que desencadenaron en su muerte, como lo estableció el informe de necropsia realizado por Medicina Legal.

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Para la Fiscalía, el entonces integrante de la Policía Nacional actuó de manera desproporcionada contra la víctima, quien se encontraba en estado de indefensión. Adicionalmente, lejos de la misión constitucional que le asiste, no evitó el fatal desenlace y, por el contrario, fue partícipe.

El patrullero Rodríguez Díaz recibirá condena por los delitos de homicidio y tortura, ambas conductas agravadas. La pena se conocerá en junio del año en curso.

Por estos hechos, en abril de 2021 condenaron al patrullero Juan Camilo Lloreda Cubillos a 20 años de prisión, quien mediante preacuerdo aceptó su responsabilidad.

Los últimos minutos de vida de Javier 

Un impactante video se tomó las redes sociales en el año 2021. En la grabación se ve a Javier Ordoñez agonizar en el CAI de Villa Luz, en Bogotá, el pasado 8 de septiembre, cuando agentes de la Policía lo golpearon hasta morir.

De acuerdo a las imágenes, el bogotano continúa esposado, mientras parece quejarse del dolor, tendido en el suelo del lugar. Segundos después, aparece la imagen de un hombre a su lado, al que no se logra identificar.

Javier tenía el rostro lleno de sangre y se veía vencido y adolorido. No obstante, intentó mantenerse erguido, pero sin tener éxito. Aunque se retorció en el suelo, finalmente, dejó de moverse ante la quietud del hombre que aparece a su lado.

Este video confirmaría la versión que indicó que a Ordoñez lo llevaron al CAI antes de trasladarlo al hospital en el que finalmente falleció.

Asimismo, sería una de las pruebas que usó la defensa del abogado para inculpar a los agentes que lo sometieron a punta de electrocutazos con un táser, en una calle de la capital.

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Policía declaró en contra de su compañero 

Juan Camilo Lloreda y Harvy Damián Rodríguez fueron acusados de la muerte de Ordóñez, ocurrida en el año 2020.

Los dos patrulleros, adscritos al CAI Villa Luz, relataron en audiencia lo ocurrido aquella madrugada en medio del procedimiento policial.

Allí, revelaron detalles de lo que pasó al interior del comando de atención inmediata al que fue llevada la víctima. En este video se observa como Javier ingresó arrastrado al CAI:

Según el relato de Harvy Damián, junto con Lloreda, atendieron el llamado de una riña de hinchas de Millonarios. “Al parecer habían tenido problemas con Javier y sus acompañantes”, dijo.

“Llegamos a la 77 a con 53 y nos acercamos a Javier y Wílder. Les dijimos que se retiraran para sus casas y evitaran problemas. Ellos empiezan a insultarnos, que nos fuéramos de ahí... hij%#"#"!@, sapos, ladrones, tombos, que eso era problema de ellos”, relató Harvy.

Javier Ordóñez era estudiante de Derecho de la Universidad Gran Colombia.

Continuó su relato diciendo que esperaron a bordo de la moto a que Javier y sus amigos entraran al conjunto residencial, pero esto no ocurrió.

“Javier se viene de frente a la motocicleta, se lanza de frente, y golpea a mi compañero Juan Camilo Lloreda en varias oportunidades en el rostro, casco y cabeza”, afirmó.

Rodríguez intentó detener a Ordóñez, pero no pudo, pues, intervinieron dos hombres que se encontraban con Javier en el momento. Por ese motivo, Lloreda decidió sacar su arma y hacer un disparo al suelo, pues, no podía contener a la víctima.

“El compañero le hace el segundo impacto del táser en la espalda, y yo logro cogerlo de un brazo para reducirlo. Cuando logramos reducirlo, nos caemos al suelo los tres; mi radio se suelta y lo único que puedo llegar a hacer es poner mi cuerpo para poder sostenerle sus manos, mientras mi compañero le dice que coloque las manos atrás, para poderlo esposar. Yo logro esposarlo solo de una mano, pero él era un señor muy grande, con muchísima fuerza”, narró Rodríguez.

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