El aumento en los precios de diversos productos, según explican algunos vendedores, se ha venido dando de manera mensual, lo que ha llevado a que el costo de la arepa bien sea sola, con queso o hasta rellena, incremente notablemente su valor.
Los precios de estos productos varían según el sector. Por ejemplo en San Nicolás una arepa solo con mantequilla cuesta 900 pesos, en el barrio Belalcázar alcanza los mil pesos y si es rellena 7000, mientras que en Junín una arepa con todo cuesta 10.000 y en Colseguros sobrepasa los 13.500.
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Desde hace seis años Oneyda Muñoz vende arepas en la Calle 19 con Carrera 17, en el barrio Belalcázar. Este oficio se ha convertido en el sustento de su familia, pero hoy, debido a los altos precios de los productos, sufre una crisis.
Cuenta que anteriormente vendía 130 arepas, pero en la actualidad solo comercializa 80 y si es un buen día, unas diez más.
Oneyda compra las arepas ya hechas, listas para asar. Una sola arepa la adquiría a 300 pesos, pero hoy cuesta 500 y para poder ganarle algo las vende en mil pesos.
“Hay productos que suben cada 8 días, pero uno tiene que mantener el precio por el resto del año para no perder clientes”, mencionó la vendedora
quien recalcó que el incremento de precios se produjo desde la Pandemia, pero en el transcurso de los últimos meses esa alza ha sido más constante.
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Para el negocio familiar el bulto de carbón lo adquirían anteriormente en 19 mil pesos, pero hoy ha alcanzado un valor de 33 mil pesos.
“El bloque de queso lo compraba a 40 mil y ahora está en 84 mil pesos”, indicó Muñoz.
Situación similar es la que enfrenta a diario Diana María Quiroz Giraldo, quien hace cinco años se dedica a la venta de arepas en el barrio Junín.
Su producto estrella son las arepas rellenas de pollo, carne, queso y hasta chicharrón, pero precisamente debido al aumento de sus ingredientes, es que sus arepas han subido de precio.
“Me tocó subir los precios porque todo está costoso. Un bulto de maíz antes se conseguía en 70 mil y hoy alcanza los 120 mil pesos. El queso sube mucho, antes compaba una libra en cinco mil y ahora me cuesta casi diez mil pesos. Dos libras de chicarrón costaban 8500, ahora estoy pagando 28500 por la misma cantidad. Los clientes me han mermado mucho, pues antes vendía 100 arepas y ahora si mucho solo 30”, detalló Diana María.
Como ellas hay cientos de vendedores en la ciudad que tras la pandemía y ante la falta de empleo decidieron poner su negocio propio y arrancar de cero.
“Con lo poco que tenía compre el asador y me empezó a ir muy bien, pero hoy eso ha quedado en el pasado, porque los precios no paran de subir y esto ya no me da. Las ganancias son mínimas y cada día hay menos clientes. La gente se queja de los precios, pero yo no les subo mucho a pesar del incremento de los productos”, contó Gloria Martínez, vendedora en el barrio Colseguros.
Edgar López, representante de los comerciantes de la galería de Santa Elena contó que el bulto de maíz blanco que equivale a 50 kilos cuesta 140 mil pesos, mientras que el de maíz amarillo está en 120 mil.
“El precio está estable, aunque posiblemente suba un poco esta semana”, puntualizó López.
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