Ya son 23 días los que lleva doña Nancy Arteaga sin ver a su hija Susana Lorena Rivera Arteaga. El pasado 10 de agosto fue la última vez que la vio cuando ella salió de su casa, ubicada en el barrio El Prado al oriente de Cali, con la intención de salir a entregar unas hojas de vida. Es auxiliar de enfermería pero estaba sin trabajo.
Su mamá, una modista que trabaja desde su casa, se despidió deseándole suerte, pero lo triste fue que desde entonces le perdió el rastro.
"Mi hija nunca volvió y yo fui a la Fiscalía y nadie me ha querido ayudar porque me dijeron que ella ya era mayor de ella y podía responder por sus actos. Solo hasta ahora que publiqué mi situación por redes sociales, han empezado a llamarme", dijo doña Nancy, desesperada por la situación.
Lo más extraño para doña Nancy es que su hija se comunicó con ella hace 11 días. Le dijo que ya iba para la casa, pero eso no sucedió. Su mamá la sintió que estaba llorando y la joven le dijo que le estaban pegando.
Se refería quizás a los maltratos que venía sufriendo desde hace un par de meses por parte de una pareja con la que había alcanzado a convivir desde principios de este año.
"Ella consiguió a un muchacho a principios de este año y había estado viviendo con él, pero el le pegaba y la maltrataba. Era muy celoso. El pasado 8 de junio yo me di cuenta de una paliza que le había dado y me la traje de vuelta para la casa", relató su mamá.
De hecho, la joven ya había interpuesto una demanda contra su pareja en la Fiscalía y tenía una medida de protección. Doña Nancy está desesperada y no hay día que no llore a su hija de 26 años a la que desea ver y abrazar.
"Esto es una angustia muy grande. Yo tengo otras dos hijas menores, pero un hijo no cambia al otro y uno sufre igual por cualquiera. Estoy desesperada y ya no se que pensar sobre lo que pudo haber pasado. Lo que necesito es encontrarla"; dijo doña Nancy.
Ella ha visitado el lugar donde su hija convivió con el joven pero nadie le da respuesta. Es como si se los hubiera tragado la tierra. Por ahora además de vivir con la angustia de no saber de su hija, doña Nancy cuida de sus nietas, hijas de Susana, una de 11 años y 5 años. Además debe responder por sus otras dos hijas de 22 y 15 años, por lo que la situación para ella es muy complicada.
Hay que aclarar que el joven involucrado no es el papá de las niñas de Susana, y que la joven no tenía celular ni redes sociales donde su mamá haya podido seguirle el rastro.