La historia de Jairo, el habitante de calle que se dio a conocer en Cali por cuidar a su perra y sus 11 cachorros, sigue dando de qué hablar en la ciudad.
Desde que se hizo viral, han 'llovido' las ayudas para este hombre que pese a su condición no ha desamparado a los animalitos.
Mara, la perra de raza criolla, que hace poco llegó a Cali y tuvo 11 cachorros, se ha convertido en la esperanza de vida de Jairo Alberto Segura.
La historia de este hombre, hoy con 39 años, comienza en Bogotá.
Allí vivía con sus padres, hasta una tarde, cuando tenía 7 años, en la que su mamá le dijo que se colocara la mejor pinta.
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Una pantaloneta y una camisa fueron su último regalo, minutos después su mamá lo dejó en una esquina del Cartucho y le dijo: espéreme que ya vengo, pero nunca pasó.
Cuenta que su primer juguete fue un tarro de pegante y un cuchillo para defender su vida. Empezó a caminar y a conocer.
Allí le recomendaron que, si algún hombre le llegaba a poner la mano en el cuello, reaccionara y se defendiera porque de seguro lo iban a violar.
En cuestión de días, Jairo se convirtió en habitante de calle. Con frecuencia recordaba que su padre lo sacaba a la calle vestido de mujer y allí entre tanta penuria, le daba gracias a Dios que lo sacaron de casa, pues de seguir así otra habría sido la historia.
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La vida de Jairo cambió el día que unos venezolanos en Bogotá le regalaron a Mara, de tan solo tres meses. Como un niño se aferró a ella, la cuidaba y protegía, conversaba y hasta le contaba su vida.
Caminaban y recorrían la ciudad juntos, ya no se sentía tan solo.
El tiempo pasaba, Mara entró en celo y quedó embarazada. En el momento en que a Jairo le dijeron que en la pieza donde dormía no podía quedarse con la perra, decidió coger carretera y empezar a caminar.
Soñaba con llegar a Chile y empezar desde cero, pero a su paso por Cali, Mara tuvo a sus 11 cachorros.
Fue así como se dio a conocer su situación a través de las redes sociales, pues ahora Jairo pedía ayuda para los cachorros.
Muchas personas de buen corazón se acercaron a ayudarlo, entre esos Paola Pombo y Carlos Andrés Bermúdez, quienes se han encargado de conseguirle un techo para vivir y le han brindado atención veterinaria a Mara y sus 11 cachorros.
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A esta causa se unió ahora el concejal Roberto Ortiz, quien le garantizó el pago del arriendo de la casa donde ahora vive Jairo y sus 'hijos'.
Así mismo le ayudar´án para el tratamiento de rehabilitación contra las drogras que Jairo quiere comenzar para rehacer su vida.
Siente que en Cali su historia cambió, pues por primera vez lo han tratado con tanto amor y cariño, que ya no quiere ir hasta Chile, sino que se quiere quedar y regenerar.
“Quiero ponerme a trabajar y seguir viviendo junto a Mara, mi compañera y amiga fiel”, mencionó.
Aunque Jairo Alberto hoy necesita ropa, un colchón, una olla arrocera y un trabajo, asegura que las ganas de vivir y salir adelante son tantas, que nada podrá cambiar el enorme agradecimiento que tiene con Cali y sobre todo con Mara por darle una nueva oportunidad de vida.
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