Doña Onelia, reconocida en Tuluá por su mecato, dejó un vacío entre quienes por generaciones llegaron a conocerla y disfrutaron de sus manjares.
Doña Onelia Aguirre, la tradicional reina del mecato a de la plaza de mercado de Tuluá, falleció a la edad de 93 años.
Su deceso se produjo en la tranquilidad de su casa del barrio Tomás Uribe Uribe.
Durante siete años fue emblema de La Plaza del Mecato Vallecaucano en el coliseo de Ferias de Tuluá, programa iniciado por la Cámara de Comercio.
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A los 10 años de edad se inició junto con su madre y su abuela en el patio de las masas y el mecato tradicional en la galería de Tuluá.
Su tradición aún sigue vive en ese lugar, en cabeza de la quinta generación, dándole sabor y dulzura al corazón del Valle.
En ese sitio muchos tulueños probaron las empanadas de cambray, los cuaresmeros, el champús, el masato, los trasnochados, el dulce desamargado, la natilla y el pandebono de maíz.
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Asimismo, las brevas, los dulces de manjarblanco, de panela, de arroz, la vidanca, las cocadas y otras delicias más que le hicieron ganar a Onelia Aguirre el honroso título de la Gran Mecatera de la Plaza del Mecato Vallecaucano en la tradicional Feria de Tuluá.
