Ante las restricciones que estableció la Alcaldía de Buga a través de un decreto para evitar la propagación del virus Covid-19, se suscitó una polémica en esa ciudad entre las personas y comerciantes que se oponen a esas medidas.
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Sin embargo, pese a la prohibición de realizar reuniones en espacios abiertos o en recintos cerrados, la comunidad de padres redentoristas, que está a cargo de la Basílica del Señor de los Milagros, tomó la decisión de permitir el ingreso de los feligreses de manera controlada.
De acuerdo con el padre Orlando González, jefe de la oficina de comunicaciones de la Basílica de Buga, a través de vallas que se han instalado en el atrio de esa iglesia, se está permitiendo el ingreso de un máximo de 200 personas para que puedan participar de las diferentes homilías que se realizan a largo del día.
“Queremos aclarar que el decreto municipal en ninguna parte ordena el cierre de la Basílica, eso nunca ha ocurrido en la historia de este santuario”, indicó el religioso.
Asimismo, el padre González reiteró que este sábado 14 de marzo no se realizará la tradicional Misa de Sanación en la Plazoleta Lourdes, evento que congrega aproximadamente 12.000 personas cada mes.
Muchos feligreses que llegaron este viernes a Buga para visitar la sagrada imagen se mostraron muy preocupados porque no pudieron ingresar a la misa.
“Nos parece muy triste esta clase de medidas, la verdad no sabíamos que eso iba a pasar”, manifestó Aracely López, quien cada mes viaja desde Pereira para asistir a las misas de sanación.
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Por su parte algunos comerciantes de reliquias y propietarios de restaurantes ubicados en inmediaciones de la Basílica del Señor de Los Milagros se mostraron preocupados por las restricciones adopdadas por el gobierno municipal con lo que se va afectar grandemente esa actividad.
“Nos preocupa mucho esto porque tenemos compromisos y empleados que sostener”, indicó Luis Eduardo Bedoya, propietario de un almacén de reliquias y productos religiosos.
