La Policía también desactivó más de 400 fiestas bajo el marco de la ley seca y toque de queda que hay en la ciudad por el Covid-19.
Desde el pasado viernes festivo, los uniformados de la Policía Metropolitana de Cali atendieron varios casos de aglomeración de personas, representados en fiestas y velorios en diferentes puntos de la ciudad. Actividades que están prohibidas debido a la pandemia por Covid-19.
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Uno de ellos se presentó al interior de una residencia en el centro de Cali, donde se encontraban 50 personas incumpliendo las medidas sanitarias. Por esto, el establecimiento tuvo que cerrar de manera temporal.
También, las autoridades detuvieron una limusina que se movilizaba por el sur de la ciudad con 14 menores de edad y 3 adultos, a quienes se les impuso los comparendos correspondientes en una estación de Policía.
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De otra parte, en el oriente, las patrullas llegaron hasta el barrio Manuela Beltrán donde 200 personas habían cerrado la vía pública por un velorio. En ese momento, las autoridades lograron dispersar a los asistentes quienes se desplazaron de forma voluntaria.
Este mismo procedimiento se realizó en el barrio Laureano Gómez. Sin embargo, al retirar a las personas de lugar, estas comenzaron a agredir a los uniformados.
En resumen, las patrullas de los diferentes cuadrantes atendieron 165 rumbas en vía pública y 387 fiestas que se realizaban en el interior de las viviendas.
En total, la Policía impuso 550 comparendos durante todo el fin de semana incluyendo el puente festivo.
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