Han pasado cuatro meses desde que Cali estalló por cuenta del paro nacional y la vida para muchas personas no volvió a ser igual.
Es el caso de los habitantes de Villa del Sur, uno de los más afectados por las manifestaciones.
Su sector se convirtió en epicentro de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y fuerza pública.
Y tras el paso de los días, la comunidad ha intentado volver a la normalidad pero ha visto que no ha sido posible debido a que integrantes de la Primera Línea siguen en su territorio.
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En una carta enviada a la administración municipal, los habitantes denunciaron que ni el parque ni la caseta de acción comunal les ha sido devueltos.
"Cuando comenzó el paro permitimos de manera voluntaria que la sede de nuestra juna de acción comunal se utilizara para que la misión medica atendiera las situaciones de emergencia producto del conflicto que se vivía. Ello nunca significó que nuestra comunidad le haya cedido ni entregado la sede comunal a ningún colectivo, ni a ninguna autoridad del municipio", afirma la comunidad.
Explicaron también que una vez terminaron los bloqueos, las llaves de la caseta comunal se la devolvieron a la comunidad, pero los integrantes de la Primera Línea amenazaron con quemar la sede, por lo que la comunidad volvió a entrega el lugar a la misión médica para evitar más destrozos.
Desde eso, la comunidad no ha podido volver a recuperar su sitio, construido por la propia vecindad en el año 1972.
Por el contrario, varios integrantes de la Primera Línea se han quedado allí convirtiendo según los vecinos, en un sitio de consumo de drogas, además de inseguridad para quienes transitan por el lugar.
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"Allí es donde hacíamos nuestras asambleas, las votaciones, las campañas de beneficios para los villasureños, es en ese espacio donde se desarrollan actividades culturales, recreativas y de vida comunitaria, y eso nos da la legitimidad de ser los propietarios de este espacio", reafirma la comunidad.
Ante la situación que los aqueja, los vecinos se unieron.
Desde el 14 de julio han estado enviando cartas a la Alcaldía, al grupo Unión de Resistencias, y organismos que consideren pertinentes, pero siguen sin encontrar respuestas.
"Solicitamos el apoyo y acompañamiento de la defensoría del pueblo y de los entes competentes pues no tenemos garantías en este momento. La salida a las necesidades que generó el paro no pueden ser pisoteadas y desconociendo un barrio popular con más de 53 años de historia, vida y tradición caleña", afirman.
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