Pero aún así, los caleños son optimistas y esperan lo mejor. Según la reciente Encuesta de Pulso Social del Dane, el 28,8 % de los habitantes de la capital del Valle del Cauca creen que la situación económica de sus familias, el próximo año, será mejor o mucho mejor. Eso equivale a 333.311 hogares, mientras que el 52,2 % cree que esta seguirá igual, y solo el 14,4% de las familias considera que su situación económica será peor.
La esperanza de que la ciudad mejore y ofrezca oportunidades permanece. Un sondeo realizado en las redes sociales de El País evidenció que los deseos que más le piden los caleños al Niño Dios para la ciudad son: “seguridad para caminar sin miedo por las calles”; “Dios mío que tapen los huecos”; “Paz, tolerancia y cultura”; “Una ciudad cívica, segura y con buena infraestructura”; “Sentido de pertenencia” y hasta un nuevo Alcalde.
Este sentir de la comunidad coincide con un reciente informe de la Unidad de Acción Vallecaucana (UAV), Mi Cali Contrata Bien y Cali Cómo Vamos, el cual señala que las principales preocupaciones de los habitantes de Cali se centran en tres aspectos: seguridad y convivencia, empleo y movilidad y vías.
Precisamente en estos aspectos hay mucho por trabajar. Según el informe, el 55 % de las metas de la Secretaría de Seguridad y Justicia reportan un cumplimiento bajo (según información publicada por el Departamento de Planeación Municipal), demostrando que la seguridad es uno de los aspectos descuidados en la ciudad.
“Yo de verdad deseo que los caleños volvamos a sentirnos seguros, definitivamente todos nos sentimos vulnerables de que en cualquier momento vamos a ser víctimas de un crimen. Hace falta que los dirigentes vuelquen su mirada a la parte de la seguridad porque la ciudad está entregada a bandas criminales y a grupos de diferentes partes del mundo”, expresó Andrés Marino Osorio, doctor en educación y docente.
De hecho, lo anterior lo confirman las más recientes cifras de hurto a personas en la ciudad (con corte al 19 de diciembre de 2022), ya que según datos de la Secretaría de Seguridad y Justicia, en lo corrido del año se han presentado 22.576 robos a personas, es decir 4477 casos más que los registrados en el mismo periodo del 2021.
Por otra parte, algunos ciudadanos manifestaron que estos comportamientos negativos se deben de una u otra forma al poco apoyo que hay en la ciudad para el desarrollo de talentos y las dificultades para conseguir empleo, por lo que otro de los deseos más solicitados es que Cali ofrezca más oportunidades para emplearse.
“Algo que también debe mejorar en el 2023 es que todo mundo tenga la posibilidad de esforzarse para lograr todo su potencial y desarrollarse en esas cosas que le gustan, que puedan acceder a un estudio, a trabajar y hacer lo que le gusta. Desafortunadamente por las desigualdades que tenemos en la ciudad hace que muchas personas les quede difícil perseguir sus sueños”, comentó Juan Camilo Cock, director de la Fundación Alvaralice.
Por eso piden más eficiencia en lo que compete a los apoyos de la Administración. Según información de Planeación Municipal, el 81 % de las metas de la Secretaría de Desarrollo (que tiene como uno de sus objetivos apoyo al empleo) tiene un bajo cumplimiento. Además, inició el año con $ 113.313 millones de presupuesto y tuvo una reducción posterior del 33 % de los recursos.
Las personas que transitan diariamente por las calles de la ciudad, ya sea en moto, bicicleta o carros desean que se priorice el mantenimiento de las vías, pero también la educación vial.
“En la ciudad se debería apostar a mejorar el comportamiento en las calles porque hoy en día no se respeta la señalización. Además, las vías están en muy mal estado, hay huecos por todos lados y eso lo que hace es generar problemas de accidentalidad y hacen que el tráfico se vuelva cada día más pesado”, opinó Marco Marulanda, taxista en Cali desde hace más de 10 años.
La Secretaría de Infraestructura está adelantando un plan de recuperación de las vías, pero hasta el momento el contrato de $100.000 millones solo tiene una ejecución del 36,3 %, cuando se suponía que al 31 de diciembre debería estar terminado.
Ante esto, la vocera de Mi Cali Contrata Bien, María Isabel Alvarado, recalcó que hace falta que para el siguiente año “la contratación tenga una mejor planeación en cuanto atención de necesidades, pero también al momento de fijar los plazos para que efectivamente permitan cumplir las obligaciones sin adiciones ni prórrogas”.
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