Está escrito que la protesta social y pacífica es un derecho fundamental, reconocido y protegido legal y constitucionalmente.
El éxito de una manifestación suele ser considerado por el número de personas que participa, más no, por la cantidad de daños que se hagan.
Y en Cali lamentablemente, la marcha del 28 de abril pensada para protestar en contra de la Reforma Tributaria, se convirtió más en una batalla campal lejos de una manifestación que recoge el sentir de una población.
Esta 'batalla' ya completa tres días, y Q'hubo se une al sentir de los caleños que les duele su ciudad con la campaña: ¡Cali se respeta!
Porque estamos seguros que los actos vandálicos vividos durante esta semana no representan a los caleños, personas que con su baile y alegría han conquistado otras latitudes y no precisamente las de la violencia.
¡Protesta sí, vandalismo, caos y terror, no!
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