En los últimos meses varias caravanas fúnebres han sembrado pánico en la ciudad por los robos y desórdenes en vía pública.
En redes sociales han rodado videos de varias caravanas fúnebres en la ciudad, en donde se observan cómo atracan y hacen disparos al aire, causando pánico en la ciudad por donde quiera que pasen.
Asustan a los transeúntes y a cualquiera que vaya a su lado pero, ¿qué pasa con quienes la padecen desde adentro cuando ni siquiera las autoridades pueden llegar a regularlas?
Los conductores de los buses que son contratados para este tipo de transporte especial son algunos de las 'víctimas' de este tipo de desórdenes que pone a prueba la inseguridad en la ciudad.
Quizás no nos alcanzamos a imaginar lo que viven este tipo de personas a diario por cuenta de su trabajo, por esa razón, Q'hubo habló con Guillermo Chica, un hombre que se dedicó a llevar a los difuntos a su morada final por casi dos décadas.
En ese tiempo tuvo que sortear diversas situaciones, algunas que lo pusieron cara a cara con la muerte. Estas son sus anécdotas:
"Me obligaban a parar para poder robar, subían bicicletas robadas al bus y si uno decía algo lo amenazaban de muerte", contó Guillermo.
Por ahora, este hombre que se retiró de este oficio le pide a las autoridades que tomen más control sobre este tipo de despedidas para que no sean usadas como fachadas para delinquir.
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La gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, pidió una condena ejemplar para el hombre capturado por raptar y asesinar a Salvador, su hijo de 14 meses. https://t.co/fHwNBnoRFO
— Q'hubo Cali (@QhuboCali) November 2, 2021