Yuri Paulina Chavarro dedica su vida a ayudar a otras mujeres. Esta es la historia de una ‘supervaliente’
Por: Manuela Rubio / Reportera de Q'hubo
Mientras Yuri Paulina Chavarro camina por las calles del barrio Ricardo Balcázar, oriente de Cali, la saludan niños, mujeres, jóvenes y adultos. No pasa desapercibida, el cariño se siente en el aire.
Yuri tiene su peluquería en ese barrio que la vio crecer desde pequeña, cuando cantaba a todo pulmón ‘La Maldita Primavera’ de la cantante mexicana Yuri.
"Yo de niña era tremenda, me gustaba estar siempre con short, camiseta larga, me subía a una piedra a cantar con pañoleta, y me aplaudían. Era muy lindo en mi barrio, pero cuando salía de estas calles, era desastroso”, relata ella.
Y es desastroso porque ser mujer transgénero en el país y en Cali, es también ser discriminada y hasta violentadas.
“Los feminicidios de mujeres trans pasan a cada rato, nos maltratan mucho, la misma policía. Somos muy pocas las que tenemos el privilegio de trabajar por nuestros derechos”, cuenta.
“Pero muchas toman la decisión de ser trabajadoras sexuales porque no hay alternativas, las echan de sus casas por discriminación y no tienen otra opción”, dice Yuri, pues también vivió la experiencia durante un año de ser trabajadora sexual.
“Cuando yo decidí hacer mi transformación a los 16 años, para mi papá fue difícil aceptarlo por el machismo. Me tocó ser trabajadora sexual para poder comer, y es la peor experiencia que he tenido en mi vida. Juré nunca más volverlo a hacer”.
En esa época, Yuri fui golpeada por sus compañeras porque los hombres la ‘preferían’ por ser tan joven, pero eso también lleva al consumo de drogas y “no hay garantías en ese trabajo”, dice entre lágrimas.
Yuri Paulina ahora a sus 47 años trabaja en el Hospital Universitario del Valle, HUV, como gestora en salud ayudando a personas que viven con VIH, las guía para que conozcan la ruta de atención, muchas de ellas son LGTBI que poseen esa enfermedad.
Además, se destaca como guardián de vida de la Alcaldía de Cali, durante la pandemia, ayudando a decenas de familias con mercados.
Sin embargo fue la primera mujer trans en ser elegida edil de su Comuna. Aunque no pudo posesionarse por problemas de salud, obtuvo una buena votación.
“Nunca me gustó la política, me parece un horror, fui nombrada por las mismas mujeres del barrio, ellas me postularon, no tuve tiempo de hacer campaña, y tuve la gran sorpresa que tuve varios votos, pues la gente del barrio cree en mí”, cuenta.
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Pero para ser líder, no necesita ser edil, expresa ella.
“Yo ya llevo más de 15 años trabajando, mostrando la cara amable de nosotras las mujeres transgénero, a las que nos ven como ‘el moco de la pared’, como ‘la parte fea de la sociedad’, les muestro una faceta diferente, que podemos hacer muchas cosas, no solo ser trabajadoras sexuales”, manifiesta Yuri Paulina.
Según datos de la entidad ‘Diversidad Sexual’ en Colombia, la expectativa de vida de las mujeres trans es de 35 años, es por eso que los 47 años de vida de Yuri Paulina, son un milagro.
“No me gusta que me digan sobreviviente, soy una supervaliente, a mí me ha tocado muy duro, la Policía me ha golpeado, me han encerrado durante 72 horas solo por vestirme de mujer, me ha tocado la discriminación ‘pura y dura’”, resalta Yuri.
Pero la vida de Yuri también está cargada de momentos hermosos e inolvidables.
Hace dos años se casó con Edwin, un hombre joven que se enamoró de ella y que le propuso matrimonio.
“Salimos primero durante seis meses, él era diferente a los demás, muchos lo buscan a una por sexo, por experimentar, pero él no, me admira mucho y me pidió matrimonio. Yo soñaba casarme con un vestido de novia playero, mi hermana me envió uno y cuando lo vi me puse a llorar”, recuerda Yuri.
También fue postulada como una de las 10 mujeres vallecaucanas del año.
“La gobernadora, Clara Luz Roldán, me hizo una mención de honor por mi trabajo como gestora de salud. Eso me llena de orgullo para seguir trabajando por tantas mujeres, que por falta de oportunidades deben tomar difíciles situaciones”, manifiesta Yuri, que cuenta con el apoyo de sus hermanas y su familia.
“El apoyo de la familia a una persona trans, es primordial, porque si tu propia familia te discrimina y sales a la calle, pues ¿qué puedes esperar?”, reflexiona.
