La agrupación es referente en integración a nivel departamental, pues sus integrantes provienen de múltiples municipios del Valle.
La música es algo que como caleños y caleñas, llevamos en la sangre, sin embargo, a nuestra ciudad han llegado miles de personas provenientes de otras regiones del país y del mundo a aportarnos con sus talentos y tonadas.
A lo largo de la historia, la ciudad ha sido objeto de peregrinaciones que han transformado realidades e incluso, la música que suena en las calles de la Sucursal del Cielo, pues incluso la salsa llegó desde el Caribe en las clases sociales trabajadoras que veían en esta una tonada perfecta para las noches caleñas.
Teniendo en cuenta la cultura de la música en Cali y el departamento, la Gobernación, creó la Banda Sinfónica Juvenil del Valle del Cauca, la cual ha reunido a 42 jóvenes de distintas edades y provenientes de múltiples municipios del departamento, en torno al amor y su deseo de tocar melodías desde las clásicas europeas hasta el folclor latino.
Consuelo Bravo, secretaria de Cultura del Valle del Cauca, dijo que: “Este grupo nació como una iniciativa de la Gobernación del Valle que busca reconocer los talentos artísticos que tenemos dentro de los diferentes municipios del departamento, la banda está compuesta por jóvenes desde los 12 años que se destacan por su talento y disciplina y que son dirigidos por el director Julio César Orjuela”.
En la actualidad, la banda se ha convertido en un referente de la música dentro del Valle, sino que también es un ejemplo de integración social, dado que los chicos y chicas que la conforman son de distintos territorios, poblaciones, etnias y en algunos casos, personas migrantes.
Una de sus artistas más reconocidas dentro del grupo, es Carla Alexandra Beberaggi, una joven venezolana de 21 años, que llegó a Palmira desde Ciudad Bolívar, Venezuela, en el año 2017 de la mano con su familia, esto con la finalidad de encontrar una mejor vida y poder seguir con su carrera musical.
“Hago música desde que tengo memoria, mis padres me dicen que cuando era pequeña hacía ruido con las ollas, seguía las canciones con mi voz y bailaba, mi familia me apoyó desde pequeña en mi carrera musical, cuando tenía diez años empecé a tocar trompeta en la Orquesta Sinfónica Infantil y la Prejuvenil de mi ciudad natal”, dijo Carla Alexandra.
La artistas venezolana contó cómo después de varios años y luego de la crisis económica de su país, sus padres tomaron la difícil decisión de vender todas sus pertenencias para llegar al Valle a buscar un porvenir.
“Mi familia y yo migramos por la situación, vendimos nuestra casa, carro, muebles, entre otros. Una vez acá pasamos por ciertas situaciones complejas, pero trabajando duro salimos adelante, desde los 12 años trabajaba en grupos de mariachi, entonces a mi llegada empecé a laborar con este tipo de grupos tocando la trompeta”, contó la artista.
En medio de la nostalgia, Carla Alexandra afirmó que en un principio fue difícil, pues debido a la xenofobia vivió momentos tristes: “Un chiste sobre el país de origen de una persona puede herir, pero aquellos que hacen esto nunca lo entenderán hasta que vayan a una nación diferente a la suya”.
Sin embargo, en la actualidad, la joven artista se destaca no solo como una de las artistas de la Banda Sinfónica Juvenil del departamento, sino como estudiante de música de la Universidad del Valle, en donde es reconocida por su talento y disciplina.
El pasado 4 de mayo, culminó la primera gira de conciertos de esta agrupación, la cual realizó funciones en Cali, Candelaria y Palmira, ciudades en las cuales hubo una gran recepción del público, pues este ascendió a un aproximado de 700 asistentes. Desde la Gobernación del Valle se mostraron orgullosos de estos jóvenes y esperan que en las próximas dos giras, cuyas fechas se darán a conocer a través de sus canales oficiales, tengan también una recepción positiva por parte de los vallecaucanos.