La iglesia San Judas Tadeo del barrio Popular de Tuluá se quedó pequeña ante la cantidad de personas que acompañaron las honras fúnebres del cadete Diego Alejandro Pérez Alarcón, una de las víctimas del atentado que perpetró el ELN contra la Escuela General Santander, en Bogotá.
El brigadier general, Hugo Casas Velásquez, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, quien llevó la vocería de la institución al final de la ceremonia, dijo que es muy triste despedir a un joven que estaba lleno de virtudes por lo que se había convertido en un líder en la Escuela de formación de oficiales General Santander, “en donde se ganó el respeto y el cariño de sus compañeros”.
De acuerdo con el general Hugo Casas, “la muerte de estos 20 jóvenes es una motivación para los 183.000 policías de todo el país para seguir trabajando para conseguir la paz”.
En Pradera también despidieron a su cadete
Al sur del Valle del Cauca, el dolor embarga a sus más de 56.000 habitantes, y no es para menos. Hoy recibieron el cuerpo de Alfonso Mosquera, uno de los jóvenes que murió en el carro bomba de Bogotá. El joven era la alegría de esa población y así quedó demostrado en el ultimo adiós que le dieron sus paisanos.
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