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En solo tres horas vientos de gran intensidad presentados en la tarde del miércoles 29 de enero, arrancaron de raíz 28 árboles, una valla publicitaria y tres bloques de cemento, sin que se presentaran lesionados a causa de este fenómeno natural.
Según el director del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente – Dagma, Carlos Eduardo Calderón Llantén, la estación de monitoreo de Pance registró una medición nunca antes vista, pues la velocidad del viento pasó de 10 kilómetros por hora a 30.4 kilómetros por hora, lo cual indica que la furia se incrementó en un 300% en un corto lapso de tiempo.
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“El vendaval derribó en su mayoría árboles sanos, fuertes y de gran follaje. Ejemplares como chiminangos, acacias, guayacanes y leucaenas, a pesar de su fortaleza sucumbieron ante los embates del viento, pues fue tal la magnitud de la ventisca, que colapsaron vallas metálicas y bloques de cemento que servían de soporte a algunas estructuras”, manifestó Calderón Llantén.
La emergencia fue atendida por personal del Dagma, la Oficina de Gestión de Riesgos y Desastres, la Secretaría de Movilidad, la empresa de aseo Ciudad Limpia y el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, entidad que destinó dos máquinas y 12 unidades para habilitar las vías.
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