¡Qué bullicio el de Santa Elena!

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Para nadie es un secreto que la famosa Galería de Santa Elena siempre ha sido reconocida por sus males. Algunos de ellos son las basuras en sus calles que causan malos olores en el sector, los trancones que se forman en la Calle 23 y el excesivo ruido.

Este último está causando problemas de salud y está afectando la sana convivencia, lo que ha provocado mayor incomodidad entre los vecinos residentes del sector, los compradores y los usuarios habituales.

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Este último está causando problemas de salud y está afectando la sana convivencia, lo que ha provocado mayor incomodidad entre los vecinos residentes del sector, los compradores y los usuarios habituales.

6:00de la tarde es la hora en donde se presenta mayor congestión vehicular en la zona.

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Por eso, la Federación Nacional de Comerciantes Fenalco Valle del Cauca está haciendo un llamado al comercio de la ciudad, especialmente al de la nombrada galería.

“Algunos comerciantes creen equivocadamente que entre más griten, más bulla hagan, más equipos de sonido enciendan y entre más promociones anuncien con sus altoparlantes, van a vender más, pero están equivocados, porque el ruido excesivo, en lugar de acercar a los clientes los ahuyenta”, comentó Octavio de Jesús Quintero, Presidente de la Junta Directiva del gremio.

La algarabía es tremendaPor su parte, uno de los habitantes del sector que quiso reservar su nombre a causa de los otros problemas que se presentan en la galería, como son la venta de alucinógenos y la extorsión, dijo que “por muchos años nos hemos aguantado el ruido de la galería, que no sólo funciona durante el día, en las noches también descargan carnes y verduras, ejercicio que hacen con gran alboroto”, señaló.

El ruido del tráfico que causan las motos y las bocinas de los carros, es otro aspecto a mejorar, pues los transeúntes se quejan de que los guardas de tránsito brillan por su ausencia. “La contaminación auditiva de los vehículos que pasan por el sector es muy alta y se complementa con la música en las calles”.

“No existe un ambiente tranquilo en donde se respete el bienestar de los que frecuentamos la galería”, contó uno de los compradores del sector.

Por todos estos aspectos nombrados, los habitantes de ese sector piden -de una vez por todas- una solución rápida a estos problemas que llevan más de una década.