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Al menos un centenar de personas entre mujeres, niños y ancianos, se encuentran desde el martes pasado en la Terminal de Transporte de Cali, esperando que la vía panamericano sea abierta por los manifestantes que la tienen taponada.
La situación es difícil, sobre todo para las madres que están con sus hijos los cuales no soportan dormir en el piso como tampoco aguantar hambre y otras necesidades.
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En medio de todo esto que se vive en el segundo piso de la Terminal de Transporte de Cali, hay varias familias de otros países como, Venezuela, Perú y Ecuador quienes los han devuelto de la vía por el paso restringido que hay.
Por otra parte, las empresas de buses nacionales e internacionales se han visto en la necesidad de subir sus pasajes ya que transitar por vías alternas requiere un trayecto de más de tres horas, que sería más que el normal.
