Un Martes Santo de 1536 los indígenas de la época vieron llegar a lo lejos a un hombre con armadura y espada, era el español Sebastián de Belalcázar, un militar y conquistador que llegaba del sur, enviado por Francisco Pizarro desde el Perú, junto a Pedro de Ayala quien sería el primer alcalde de Santiago de Cali.
Las tropas que los acompañaban venían en búsqueda de ‘El Dorado’, una mítica laguna que presuntamente guardaba polvo de oro. En el trayecto se encontraron con el suelo donde hoy pisamos, poblada de tribus como los Gorrones, Morrones y Timbas.
En 1536 se le atribuyó al gran terreno con pequeñas aldeas el nombre de Santiago de Cali, en honor a Santiago de Compostela, la ciudad española donde se encontraron los restos del apóstol Santiago.
Si bien inicialmente Cali se encontraba ubicada más al norte, cerca de lo que hoy es Riofrío, el capitán Miguel Muñoz la reubicó al lugar actual. El capellán Fray Santos de Añasco celebró una misa por la fundación de Santiago de Cali el día 25 de julio de 1536 en el lugar más histórico de la sucursal: la Iglesia de La Merced.
Una pequeña ciudad
Hasta 1701 la ciudad era únicamente una pequeña villa en las proximidades del río Cali, con 6.548 habitantes, conformada por indígenas, esclavos y familias españolas.
Entonces, Cali era un pequeño enclave en medio de haciendas, de cuyos nombres hoy derivan el de muchos barrios modernos como Cañasgordas, Limonar, Cañaveralejo, Chipichape, Pasoancho, entre otros.
Casi 1.106 personas eran esclavos dedicados a diferentes oficios dentro del hogar de sus amos, entres esos, cultivar el producto más famoso del Valle: la caña de azúcar.
En la época se cultivaba cerca a los piedemontes y a los caudales protegidos. Con ella se producían panes de azúcar, un alimento escaso por el cual los consumidores de Europa pagaban altos precios, pero no solo se tenía la panela y el azúcar sino que también abundaba el aguardiente que hasta el día de hoy motiva a más de un caleño en su espíritu fiestero.
Aspectos de un costado del espacio que hoy ocupa la Plaza de Cayzedo en Cali. Obsérvense los toldos para la venta del mercado que traían los campesinos a la ciudad. Año 1886
48 décadas
Después de 483 años, la Cali pequeña desapareció para convertirse en la tercera ciudad más poblada de Colombia, con uno de los principales centros deportivos del país, casi 200 escuelas de salsa, una gran gama de gastronomía, monumentos, historia y cultura.
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