Cali, que está bañada por siete ríos, tiene hoy la mejor agua potable del país. Pero quiere ir más allá, buscando garantizar que el precioso líquido llegue a nuevas zonas y sin interrupciones en los próximos años.
Por eso las Empresas Municipales de Cali, Emcali, tienen en marcha un conjunto de obras de gran impacto y beneficio para la comunidad. Entre ellas sobresalen la optimización de sus plantas de tratamiento de Puerto Mallarino, Río Cauca, San Antonio (Río Cali), La Reforma y La Ribera.
Entre todas entregan 12 metros cúbicos por cada segundo del líquido potable a los actuales 640.000 usuarios, por lo que trabajan en la reposición y/o mejoramiento eléctrico y mecánico de equipos que ya tienen una larga vida, además de filtros, desarenadores, barredoras de lodos y decantadores.
Las inversiones programadas hasta el año 2025 superan los $100.000 millones, dice el gerente de Acueducto y Alcantarillado, Francisco Antonio Burbano Marín.
Con ese mismo propósito, habrá espacial atención para la planta de Puerto Mallarino —la más grande—, que contará con el primer filtro de lecho de río, planeado para estar listo a finales del 2019.
El proyecto fue adoptado por Emcali como solución a la turbiedad del agua que presenta el río Cauca en épocas de fuerte invierno o sequía, lo que deriva en la interrupción del servicio.
Se trata, explica Burbano Marín, de un sistema que filtra el agua desde su captación en el subsuelo para llevarla a un pozo profundo dotado de tuberías en espiral (ver infografía): un proceso simple pero eficaz para reducir la turbiedad y la contaminación antes de pasar a la planta para su potabilización. La inversión estimada es de $32.000 millones incluida la interventoría.
Cali se convertirá así en la primera ciudad en Colombia y América Latina en contar con este sistema que opera con éxito en Estados Unidos y Europa. La técnica —que operará a partir del 2020— propuesta por el Instituto Cinara de la Universidad del Valle, permitirá reducir costos de tratamiento y menor uso de químicos, evitando las suspensiones en el suministro. Al final, esa apuesta también se reflejará en menores costos tarifarios.
100mil millones de pesos invertirá Emcali en obras de beneficio a la comunidad en los próximos 6 años.
Asimismo, en las plantas Río Cauca y La Ribera son adelantados trabajos de modernización de equipos con el fin de atender la creciente demanda, especialmente de la zona sur de la ciudad y sus áreas de expansión, donde en la próxima década habitarán otras 500.000 personas.
Todos estos esfuerzos tienen como marco el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado de Emcali, que es la hoja de ruta para los próximos 40 años.
Desde hace 15 años la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, Ptar, de Cañaveralejo, ha contribuido a reducir la contaminación del Río Cauca y algunos de sus afluentes.
La modernización de este complejo es uno de los proyectos bandera de Emcali, teniendo en cuenta que tres millones de colombianos tienen en el Río Cauca su fuente directa de agua para consumo humano, agrícola, industrial y comercial.
Para continuar con ese proceso, allí, la empresa invierte $80.000 millones en reforzamiento estructural y modernización de equipos, ya que las aguas residuales son altamente corrosivas.
Los trabajos empezaron en febrero del 2018 y hasta el momento se han recuperado tres de los ocho sedimentadores primarios que permiten retirar material orgánico y sólido de las aguas servidas.
Con este tratamiento es posible remover el 60% del material contaminante y la recuperación en un 35% del nivel de oxígeno de las aguas servidas.
Las obras se prolongarán hasta mediados del 2020. Las aguas recuperadas se entregan de nuevo al Río Cauca abajo de la bocatoma, lo que ayudará a la preservación del medio ambiente, al contar con un recurso hídrico en favor de las comunidades ribereñas.
Los caleños reciben actualmente el agua potable gracias a una telaraña de redes que mide 3000 kilómetros. Teniendo en cuenta que en muchos barrios —especialmente los del llamado Cali Viejo, como San Nicolás, Sucre, San Pedro, o Alameda, entre otros-, hay tuberías hasta de 40 y 50 años de uso, a las mismas les llegó la hora de ser reemplazadas.
El programa de reposición de redes primarias y secundarias, y de alcantarillado, ha mejorado la calidad de vida de las comunidades, que anteriormente padecían calles con baches, agrietamientos, filtraciones o desgaste de la carpeta asfáltica como consecuencia de las filtraciones causadas por las viejas y obsoletas tuberías.
No se olvideTres millones de colombianos tienen en el Río Cauca su fuente directa de agua para consumo humano.
Las intervenciones ya han sido realizadas en los barrios Alfonso López, Arboledas, La Merced, El Bosque, Departamental, Aguacatal, Fátima, Santa Mónica Residencial, Miraflores, Pampalinda, El Troncal, Guayacanes y barrios de la ladera sur, al igual que en Terrón Colorado, Lleras y Siloé.
Durante el año 2017, las inversiones para ello fueron del orden de $6.791 millones en las redes de acueducto, y de $14.387 millones en alcantarillado. Mientras que en el 2018 fueron invertidos $5.800 millones en acueducto, y $13.719 millones en alcantarillado.
Este desafío, señala el Gerente de Acueducto de Emcali, demandará unos $224.000 millones en aportes vía Conpes, y $143.000 millones por parte de Emcali. Todo para optimizar el suministro de la ciudad.
La vieja planta de tratamiento de aguas del Río Cali, o de San Antonio, durante 84 años ha entregado el vital líquido a los habitantes de la ciudad.
Hoy el agua se capta en la bocatoma ubicada en el sector de Santa Rita y se transporta por gravedad a través de un antiguo túnel hasta la planta, luego de cruzar por debajo la Avenida Circunvalar y de los edificios de la zona.
Pero un diagnóstico de técnicos de Emcali estableció que tenía grietas en algunos arcos, filtración de aguas residuales, erosión en paredes laterales, ingreso de raíces de árboles y sedimentos. El túnel se construyó antes de las normas de sismorresistencia por lo que también podría presentar riesgos hacia el futuro.
Todo ello obligó a Emcali a idear la construcción de una nueva línea de aducción o alimentadora paralela al túnel actual.
“Se trata de un proyecto fundamental para garantizar el servicio de la planta Río Cali a una amplia zona del oeste y del centro de la ciudad, entre otras”, destaca Francisco Antonio Burbano, gerente de Acueducto de Emcali.
El nuevo túnel demandará una inversión de $33.000 millones que tendrá como base recursos del Consejo Nacional de Política Económica y Social, Conpes.
En qué consiste...
La nueva aducción entre la bocatoma del sistema Río Cali y la planta (proyectada para una longitud de 2,6 kilómetros, y un caudal de 3,5 m3/seg), está compuesta por dos tramos: uno considerado rural, de 870 metros lineales (incluido un túnel de 200 metros), y el segundo, con un túnel excavado en roca de 1.700 metros bajo la carrera 3a. Oeste, en el barrio Bellavista.
El trayecto final se construirá con tecnología sin zanjas pasando por debajo de la Avenida Circunvalar, lo cual evitará cierre de vías y generará un menor impacto para la comunidad.
La tecnología de perforación se hará con tuneladoras tipo topo con tubería hincada o excavación convencional con revestimiento, propio de las grandes obras ejecutadas en vías nacionales.
La optimización de las tuberías y las instalaciones del acueducto, permitirá reducir la vulnerabilidad del actual suministro de agua cruda por gravedad, a la vez que la rehabilitación y reforzamiento del sistema de conducción.
Así, la vieja planta Río Cali o de San Antonio, seguirá operando por más décadas, esta vez con el apoyo de la tecnología más moderna.
Durante muchos años comunidades vecinas de los canales Cauquita y Figueroa en el oriente caleño, especialmente las de la Comuna 14, debieron soportar inundaciones y problemas de salubridad por ser infraestructuras a cielo abierto.
Pero todo eso cambió. Ambos canales fueron “entamborados” o sometidos a obras de entubamiento, y ahora esos terrenos serán convertidos en parques lineales, canchas de fútbol y pistas de bicicross para la diversión y entrenimiento de 150.000 familias
Las obras, que tuvieron un costo de $20.000 millones, fueron inauguradas por el alcalde Maurice Armitage.
En el canal Cauquita se tendieron 1300 metros de tuberías para canalizar las aguas residuales y en el Figueroa fueron 850 metros.
Johana Restrepo, una habitante de la zona, dice que “fue un sueño hecho realidad, ya que durante 15 años la comunidad esperó que desaparecieran estos caños y sus malos olores”.
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