Jóvenes desvinculados de grupos armados confeccionan tapabocas y los entregan a caleños que no cuentan con este valioso elemento para prevenir el contagio del Covid-19.
De vivir en tiempos de guerra a los de cuarentena, así es la vida de un grupo de jóvenes desvinculados de grupos armados, quienes de la mano del padre Jesús Bolaño confeccionas tapabocas para donar a quienes no pueden adquirir esta arma primordial en la prevención de la Covid-19 que azota al mundo.
En el centro de capacitación Don Bosco de Cali, los jóvenes pasan diferentes horas del día en el taller de confesiones diseñando tapabocas con todas los requerimientos pertinentes para entregar a los más necesitados.
"Para los salesianos, y creo que para la sociedad en general, esta acción se debería celebrar con bombos y platillos", afirmó el sacerdote Joao Caicedo.
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Para él, es una forma de comprobar que estos jóvenes, portadores en su momento de un arma y ser actores activos del conflicto armado en Colombia, hoy opinan diferente, "piensan en el bien común y en favorecer a los más necesitados con acciones muy sencillas, pero muy concretas", indicó.
Según el padre, los exguerrilleros que hacen parte de este proyecto se sienten diferente, "pues han tratado de dejar atrás todas las situaciones de oscuridad para ser portadores de luz con palabras y acciones", resaltó Caicedo.
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