Gustavo Alfaro dijoque en Boca Juniors, no hay purgatorio, "es cielo o infierno", al admitir que su compromiso como nuevo entrenador "es ganar, salir campeón".
"Para mí es una mezcla de orgullo y desafío estar hoy acá. Siento que estoy cumpliendo un compromiso que asumí con mi viejo cuando hace mucho tiempo atrás dejaba de lado la ingeniería química para dedicarme al fútbol. Le prometí a mi viejo que iba a llegar a lo más grande del fútbol argentino", dijo a periodistas.
Te puede interesar: Habló la familia de Michael Schumacher
Ante las críticas por haber dejado Huracán en la mitad del torneo para fichar por Boca dijo que siempre se mantuvo "dentro de la ley" porque le pidió permiso al presidente de su antiguo club para negociar con los directivos del xeneize.
Alfaro reemplaza a Guillermo Barros Schelotto, quien dejó el banquillo tras perder la final de la Copa Libertadores ante River Plate y se fue al Galaxy de Los Ángeles de la MLS.