‘Barby’ Ortiz: “una hincha del América casi me rompe la cabeza cuando me fui al Cali”


sello Qhubo

El exjugador caleño de los dos equipos de la ciudad, recordó sus épocas como futbolista y fue crítico con el juego actual.

 

Más conocido como el ‘Barby’, el exjugador caleño Normal Emilio Ortiz, fue uno de los futbolistas más llamativos en la década del 60 y 70, por la diferencia que marcaba en el terreno de juego con el balón en sus pies.

Su apodo se debe al peruano Valeriano López, a quien le decían ‘Barbadillo’, un primo decidió decirle un día ‘Barby’ y desde ahí porta esa chapa, como un sello personal.

Sin pelos en la lengua para hablar, el exfutbolista de 73 años, surgido en el barrio Siloé, rememoró los momentos que más lo marcaron como futbolista, en una carrera muy corta, de tan solo ocho años (1966-1974), la cual dejó por una lesión en la rodilla.  Q'hubo recopiló las mejores frases de Norman Emilio 'Barby' Ortiz luego de una extensa charla con el exjugador vallecaucano.

“Después del campeonato juvenil en el que salí goleador, llegué a mi casa y estaba un directivo del América, Manuel Correa Valencia y del Deportivo Cali estaba Humberto Palacios, que me dijo que tenía que jugar con el Cali porque mi mamá había firmado, entonces yo le respondí: como mi mamá fue la que firmó que juegue ella con el Cali, yo voy a jugar en el América. Eso dio mucha risa en ese momento. Después Humberto Palacios aceptó y no puso ningún problema”.

El América de 1966. Arriba, de izquierda a derecha, Luis Largacha, Fanor Largacha, Norberto Conde, Roberto Karanicola, Edgardo López, Norman 'Barby' Ortiz. Abajo, en el mismo orden: Pedro Castillo, Julio Nuin, Reinaldo Volken, Antonio Cielinsky y Braulio Bolaños. Foto: Guillermo Ruiz.

“El América del 67 era un equipo muy bueno, tenía jugadores tanto nacionales como extranjeros. Al equipo que le decían ‘La Mechita’, pero cuando salía a jugar, era jodido que le ganaran a ese equipo. Estaba Gilberto Cuero, Mario Moreno, varios argentinos que jugaban bien como Dardo Migone. Atrás jugaba Camilo Soto, Verdugo, Riascos. Ahí no entraba nadie, si pasaba algo era solo la cabeza, eran muy duros”.

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“En el 72 pasé al Deportivo Cali y fui campeón en el 74. Me fui porque uno a veces quema etapas en un equipo y decidí irme al Cali. Humberto Palacios siempre me quiso y por eso me fui. Él me dijo: vengase y le damos estos dos mil pesos. El día que iba a cobrar lo mío me decían que ya me lo habían pagado, le cancelaban  a uno era en retazos”

“Jugué muchos clásicos con ambas camisetas, siempre tuve la fortuna de hacer goles. Me acuerdo que el día que enfrenté al América con el Cali, una morochita casi me mata, me mentó la madre y me decía que esa camiseta no me lucía. Casi me rompe la cabeza con un tacón, donde un doctor no se meta ahí, me hubiera roto. Fue porque les hice gol y ese día salí figura de la cancha. Esa mujer era hincha, era enferma por el América”.

“Yo no gritaba por un gol, cuando marcaba me comportaba normal, es por eso que la gente me decía que yo era muy frío, siempre fui así. No como ahora que corren más cuando hacen un gol que cuando juegan. Yo no marcaba cualquier clase goles, yo hacía goles buenos”.

“En los 60 le daban más libertad a uno para jugar, no le daban tantas indicaciones, ahora hay mucho esquema, mucha táctica. El fútbol actualmente está robotizado, tiene que ir y marcar allá, y volver, y mantenerse en un sitio. Antes a uno le decían: vaya y demuestre lo que sabe, mijo, entre y dé melo”.

“Hoy ya no veo partidos, se ve nada, se corre demasiado, para mí eso no es fútbol. Yo jugué muy bien el fútbol, por eso soy tan exquisito para analizar el juego. Actualmente yo ya no veo fútbol, sinceramente. Ya no hay jugadores brillantes, ya no salen futbolistas de la clase de ‘Maravilla’ Gamboa, un Alejandro Brand, un ‘Maestro’ Arboleda, eran tipos calidosos”.

“El narrador Araujo Gámez dijo que el mejor jugador de Colombia era el ‘Pibe’ Valderrama, le dije ‘nooo papito, usted está meando fuera del tiesto, que pena con usted, pero el jugador que le abrió el camino a los demás en Europa fue Faustino Asprilla, ese sí probó allá. Mientras que Valderrama no hizo nada en el exterior’”.

'Barby' Ortiz dirige a sus amigos en los partidos que se juegan en las tardes en la cancha de Siloé. Foto: Giancarlo Manzano.

“Yo era un jugador muy técnico, para la estatura que tenía, era muy habilidoso, a mí no me quitaba el balón nadie, yo parecía ratero nuevo, nadie me alcanzaba por eso me elogiaban tanto. Me encuentro cuchos en la calle y me dicen: ‘¿usted es el barby?, usted sí que era  jugador’.  Yo jugaba en el medio, como volante diez, era muy inteligente para jugar, por ejemplo el ‘Tucumano’ Cruz, y San Lorenzo se llenaron de goles conmigo. Todos los que jugaban a mi lado hacían goles".

“Yo regateaba, entraba al área con el balón y hacía los goles. Mi virtud era que yo movía el cuerpo y con el balón ahí parado la gente se caía, esa condición no la tiene cualquiera, también era muy ágil y rápido. Mi gambeta no era como la de Willington que tenía firulete, la mía era más clásica”.

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“Yo te digo, igual a Pelé no hay nadie en el mundo, es el mejor de la historia. Uno en la cancha parado, Luis Largacha (el arquero) sacaba y cuando yo volteaba a mirar, ese tipo ya estaba por allá lejos haciendo el gol. Era un atleta”.

“Yo era un bravo para el aguardiente, me gustaba mucho, hace 30 años no tomo aguardiente, tomo es puro whisky, pero yo tomo es grants, el fino no me gusta, ni Buchanans ni Old Parr. Yo soy tan ordinario que lo tomo con agua al clima”.

 

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