Todo el país dejó de pensar en los problemas que se vivían en ese entonces por cuenta del narcotráfico gracias al golazo agónico de Rincón.
El 19 de junio de 1990 quedará marcado como un capítulo dorado en la historia del fútbol colombiano, pues la Selección Colombia, dirigida por Francisco Maturana, exponía su mejor fútbol ante la Alemania de Franz Beckenbauer en el Mundial de Italia 90.
Colombia no merecía ir perdiendo ese partido, pero al minuto 89 Pierre Littbarski venció a Higuita para poner en ventaja a Alemania.
La tricolor no entró en desesperación y consiguó el empate de los pies del "Coloso de Buenaventura".
Es una jugada donde Chonto no está en su posición, pero cuando no está y viene el contraataque de ellos hay una permuta. Perea va a la posición de Chonto. Después viene la aproximación de Leo. Viene la presión, recuperan el balón. El momento en que Pibe hace el pase después de esas paredes, yo estoy viendo, estoy dolido porque siento que el partido lo vamos perdiendo y no merecíamos perder. En el primer paso siento que Freddy ya tenía que darle el pase a la Gambeta, pero al segundo no hay visión, Freddy avanza dos pasos, el arco se tapa y de pronto este hombre la tira por debajo y hace un ejercicio de justicia
contó Maturana a AS Colombia.
Toda la nación se fundió en un abrazo y atrás quedaron los problemas socioeconómicos que el país atravesaba en ese momento.
Desde ese día la historia del volante que en ese entonces jugaba en América de Cali empezó a escribirse en letras doradas.