En medio de lágrimas se le dio el último adiós a Andrés Balanta

Este domingo se llevó a cabo el sepelio del jugador del Deportivo Cali, Andrés Balanta.

Un nostálgico domingo se vivió en la capital vallecaucana por la despedida del cantero del Deportivo Cali, Andrés Balanta. Familiares, amigos, directivos del equipo 'Azucarero', así como aficionados del fútbol acudieron al sepelio del jugador.

La caravana salió a las 2:00 de la tarde desde la sede Álex Gorayeb del Deportivo Cali, en el norte de la ciudad. Tomó la avenida Vásquez Cobo, luego la calle 26 y la 23, para desembocar más adelante en la autopista suroriental, rumbo al sur de la ciudad.

Durante la despedida hubo dolor, tristeza, lágrimas y, también, se entonó el coro de "Balanta, campeón..., campeón, Balanta campeón".

Globos blancos, banderas y camisetas verdes del Cali fueron los colores que predominaron, mientras muy cerca del carro que llevaría los restos de Balanta estaban los jugadores 'azucareros', vestidos completamente de negro, en señal de duelo por el amigo fallecido.

Detrás del vehículo que llevaba los restos de Andrés Balanta iban muchos carros más, así como motos con hinchas del Deportivo Cali que en todo el camino ondearon la bandera 'verdiblanca'.

Curiosos e hinchas del fútbol estacionados en esquinas y andenes, saludaron el paso de la caravana y con mano en alto o mostrando un pañuelo blanco, le dieron el último adiós al jugador que se inició en el Deportivo Cali, y que este año se había ido para formar con Atlético Tucumán de Argentina.

En el cementerio Metropolitano del Sur también se vivieron momentos difíciles, cuando el ataúd fue bajado al lugar en el que descansará por siempre Andrés Balanta.

Los jugadores del Deportivo Cali fueron los encargados de llevar el féretro hasta el sitio escogido y allí hubo muchas manifestaciones de dolor, abrazos de solidaridad y lágrimas.

Se escucharon los últimos mensajes para el jugador que siempre portó el número 5 en la camiseta del Deportivo Cali.

Sus excompañeros de batalla no aguantaron y le dieron rienda suelta a un llanto que también se había apoderado de los familiares y de los aficionados que llegaron hasta el Camposanto.

Al instante, los aficionados fueron abandonando el Camposanto, mientras que los integrantes de la plantilla caleña se quedaron un rato más para acompañar al inolvidable amigo.

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Foto por Aymer Andrés Álvarez - El País