Pablo Mazuera es un gomoso del ciclismo y de las obras sociales que a través de su Fundación Mezuena ayuda a niños de bajos recursos en Cundinamarca.
Él fue una de las personas claves en la formación ciclística de Egan Bernal, a quien ‘reclutó’ desde muy chico y lo potenció hasta formar un verdadero campeón.
Mazuera habló con El País de los inicios del pedalista que hoy, de no ocurrir nada grave, se coronará como el primer colombiano en ganar el Tour de Francia.
¿Cómo llegó Bernal a la Fundación y de qué manera lo enrutaron hacia el ciclismo?
Egan llegó a la Fundación Mezuena cuando tenía 12 años; él ya era ciclista, era campeón regional y nacional. Tuvimos la voluntad de ayudar a muchachos de muy bajos recursos y Egan era uno de ellos.
¿Antes de entrar a la Fundación, a qué se dedicaba Egan?
Él estudiaba en un colegio en Zipaquirá; después se graduó, fue un año a la Universidad y luego se dedicó de lleno al ciclismo porque sabíamos que ese era su fuerte.
¿De niño le tuvieron que hacer algún trabajo en cuanto a su alimentación?
Él era de una familia de escasos recursos, pero estaba bien alimentado. Yo les ayudaba en lo que podía. En su casa eran conscientes de que el muchacho tenía futuro, que estaba metido en el deporte. Egan tenía hábitos sanos y con disciplina sabíamos que se iba a destacar.
¿Cómo descubre que podía ser un gran ciclista?
Desde pequeño Egan había tenido muchos triunfos, estaba en la escuela de Zipaquirá. Ahí comencé con él un proceso más estructurado, fue donde conoció el mundo para ser más exacto; se entrenó mejor, se educó y potenció sus condiciones.
¿En qué momento pasa del ciclomontañismo al ciclismo?
En el 2015 cuando lamentablemente no había posibilidades de seguir en el mountain bike porque no había opciones de trabajo. Yo en la Fundación no podía pagarle. Además, él ya tenía dos medallas mundiales, en el 2014 había quedado subcampeón en Noruega, y en 2015 tercero en Mundial de Andorra. De ahí se decidió su paso al ciclismo.
¿Desde niño mostró sus dotes de gran escalador?
Egan siempre ha sido escalador; desde muy pequeño se destacaba en el ciclomontañismo porque las subidas son muy empinadas. Ahí les descontaba mucho tiempo a sus rivales. Esas condiciones después las mostró en el ciclismo y en las grandes carreras en Europa.
¿En algún momento en la Fundación pensaron que Egan iría a llegar a donde está hoy?
Uno siempre sueña con lo más grande y lo más grande es ganar el Tour de Francia, pero no pensábamos que fuera tan pronto; de hecho, cuando uno trabaja con empeño y amor para salir adelante, las cosas en la vida se van dando. Eso hizo él y ahí está el resultado.