En los primeros días del Mundial se hizo famoso el colombiano, que apostó a favor de Arabia y contra Argentina, contrario a lo que la lógica indicaba, y convirtió $50.000 en $1,3 millones en 90 minutos.
Desde entonces el certamen ha estado lleno de sorpresas: las clasificaciones en primera ronda de Corea y Japón y luego la eliminación de los grandes del fútbol como Alemania, España y Brasil (que era el favorito no solo del público sino de las estadísticas y los modelos matemáticos) le han puesto la dosis de emoción a la copa del mundo.
Y es que un torneo como este, en el que los favoritos son eliminados y los colombianos no tenemos el corazón metido —pues la Selección no clasificó—, ha sido escenario fértil para los apostadores, que prueban suerte tratando de atinarles a los resultados. Casi siempre el objetivo es darles emociones a los encuentros futboleros; luego de apostar por un marcador, el resto es hacer fuerza para que se cumpla. Y el desempeño en Qatar ha dado para todo.
De acuerdo con cifras de la pasarela de pagos PayU, desde el inicio del torneo más importante del mundo, las apuestas deportivas en Colombia han aumentado 84%, y se realizan cada día cerca de 100.000 operaciones que totalizan unos $5.700 millones.
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El atractivo de las apuestas
Playtech, el mayor proveedor mundial de software de juego y apuestas deportivas en línea, publicó los resultados de una investigación propia realizada en Argentina, Perú, Brasil, Chile y, por supuesto, Colombia, que mide indicadores de los usuarios de las plataformas a la hora de realizar sus apuestas. La muestra, realizada en colaboración con la encuestadora Toluna, midió actitudes hacia el juego, así como los factores de riesgo y la confianza de los consumidores en la regulación y autorregulación de las apuestas en estos mercados.
El estudio señaló que los colombianos han incrementado su actividad apostadora en línea un 75% durante los últimos seis meses. Esto ubica a Colombia solo por detrás de Perú, a la vez que por delante de Chile, Brasil y Argentina, aumentando las expectativas y reiterando los retos que tiene el mercado.
Según sus métricas, el 52% de los apostadores colombianos se entretiene en páginas web legales, así que no solo apuestan por medios físicos tradicionales, sino que le dan la oportunidad a Internet. Y el 55% de ellos afirma sentirse tranquilo y divertido independientemente de los resultados que se obtengan.
¿Las apuestas sí dan plata?
Jhon Arias es jugador recurrente en apuestas deportivas. Usualmente juega por los partidos del fútbol profesional colombiano. Es hincha del Deportivo Independiente Medellín y solo a ese equipo le juega con el corazón.
En su cuenta de Betplay mantiene $50.000 que son los que va apostando, cuando pierde repone la pérdida y cuando gana, retira el excedente. “No es mucho lo que se gana, pero le da a uno ánimos para ver los partidos de los equipos diferentes al Rojo”, cuenta.
Asegura que su juego no es problemático y que sabe con certeza dónde poner la línea: “Nunca apuesto más de $50.000, no me lo permito”.
Juan Arcila es un apostador novato. Tradicionalmente apostaba cierta cantidad de dinero con algún amigo por partidos de Nacional, las finales en Colombia o del fútbol europeo, pero el año pasado sus compañeros de trabajo llegaban hablando de las apuestas en Betplay. Ya él había visto reiteradamente comerciales de la marca, se interesó en conocer más y en diciembre pasado se inscribió en la plataforma y empezó con $20.000. Ese era su nivel de tolerancia.
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“Yo trato de pensar bien mis apuestas, hago cálculos, miro estadísticas y probabilidades. Sigo consejos de tipsters (pronosticadores deportivo especializados) y soy de ir por cuotas bajas”, señala.
Esto porque las casas de apuestas calculan sus cuotas desde la probabilidad que tiene cada equipo, o atleta, según el tipo de apuesta. Por ejemplo, cuando dos personas se reúnen a apostar en un partido, lo usual es que ambas pongan la misma cantidad de dinero y luego del partido el ganador se quede con todo. En las casas de apuestas es diferente, ya que funciona a partir de cuotas que indican cuánto va pagar el evento. Entre más baja esté la cuota, significa que el evento es más probable de ejecutarse.
Por eso el colombiano que apostó por Arabia ganó tanto dinero. Para ese encuentro las casas de apuestas pagaban un valor de 1,13 veces si ganaba Argentina, que era lo más probable matemáticamente hablando, y 26 veces si ganaba Arabia. Obviamente, la inmensa mayoría le apostó a Argentina.
Durante este mundial, Juan Arcila ha apostado $40.000, pues los primeros $20.000 los perdió muy rápido. Hoy su cuenta está por los $80.000. “Pero eso no es lo usual, uno normalmente tiende a perder más que a ganar”, aclara.
Las opciones son muchas, ya que no solo se apuesta a los resultados, también entran las tarjetas amarillas, cuál jugador cobrará el primer tiro de esquina, o cuál equipo clasificará a la siguiente etapa del torneo. Cada empresa tiene múltiples opciones que se pueden jugar individualmente o de manera combinada.