La sede del Deportivo Cali amaneció este martes con los vidrios rotos, después de que empatara 1-1 en la noche de ayer con Pasto, alargando su mala racha en liga.
La situación de seguridad en el Deportivo Cali no deja de ser preocupante. Ahora la sede del club verdiblanco amaneció con los vidrios rotos después de que sujetos la atacaran a piedra tras el empate 1-1 ante Pasto.
Este ataque se da horas después de que hinchas se reunieran a las afueras del estadio para tirarle rocas al bus cuando llegaba a ese encuentro.
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Asimismo, es el cuarto en menos de una semana, pues el cuerpo técnico y los jugadores fueron increpados durante la concentración previa al partido ante Bucaramanga, el pasado jueves y en la práctica en la sede campestre, el pasado sábado.
Ahora la sede del Norte, ubicada sobre la Avenida Vásquez Cobo, fue el blanco de los desadaptados, que aún no han sido identificados.
Hasta el momento las autoridades no se han pronunciado sobre estos hechos.
Deportivo Cali completó nueve fechas sin ganar en el rentado local. Hasta la noche de ayer pudo volver a marcar un gol después de 537 minutos de juego sin hacerlo. La crisis de resultados lo tiene séptimo con 25 puntos, a tres puntos del líder Nacional, que juega esta noche ante Tolima.
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