El entrenador uruguayo habló de su despedida del club escarlata, aclaró rumores sobre el camerino y reveló detalles del ajuste presupuestal que anticipó su salida
Redacción El Qhubo/ Periodista Jesús Chacín
Jorge Orosmán ‘Polilla’ da Silva volvió a hablar tras su sorpresiva salida del América de Cali, decisión que marcó el cierre de su segundo ciclo como técnico de uno de los clubes más emblemáticos del fútbol colombiano. Aunque su despedida se produjo al término del primer semestre de la Liga 2025-I, solo hasta ahora se conocen las razones de fondo que motivaron su salida del banquillo escarlata.
En entrevista exclusiva con El País, el técnico uruguayo y su hijo Jorge Rodrigo da Silva, quien fue su asistente durante esta etapa, abordaron lo que vivieron en el cierre del proyecto y desmintieron los rumores sobre una posible ruptura interna. “Nos vamos con tristeza, pero convencidos de que fue lo mejor para el club y para nosotros”, afirmó ‘Polilla’, quien destacó el cariño que guarda por la institución y su hinchada.
Una de las versiones más comentadas en las últimas semanas giró en torno a una supuesta fractura en la relación entre el cuerpo técnico y los jugadores. Frente a esto, Rodrigo fue claro: “Siempre hubo unión, en la victoria y en la derrota. El respeto fue la base de nuestra convivencia, incluso cuando no todos estaban conformes con la titularidad”.
Por su parte, el estratega de 63 años admitió que no hubo un “cortocircuito evidente”, pero sí un deterioro en los resultados que empezó a generar dudas dentro y fuera del club. Reconoció que las críticas en redes sociales influyeron en el ambiente: “Sabemos el peso que tienen hoy. Y quizás desde ahí se empezó a formar la decisión final”.
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La salida, explicó, también estuvo motivada por cambios estructurales en la planificación deportiva. Según relató, al conversar con la dirigencia sobre los objetivos del próximo semestre, se les comunicó que el club buscaría reducir el presupuesto, un escenario que no brindaba garantías para competir con ambición. “Nos parecía riesgoso seguir sin los recursos necesarios. En 20 días teníamos un partido internacional difícil y no era justo exponernos a salir mal”, sentenció.
Da Silva también quiso proteger su legado como ídolo de la institución. “Prefería irme bien, sin conflictos, sin que la relación con el hincha se deteriorara. No quería que el desgaste natural del proceso terminara afectando el vínculo emocional con la gente”.
Sobre su relación con la presidenta Marcela Gómez, fue enfático al señalar que fue respetuosa y permanente: “Siempre estuvo al frente, se hacía cargo de los problemas. La admiro por cómo enfrentó las críticas”. En contraste, afirmó que con Tulio Gómez, máximo accionista del club, nunca tuvo una reunión formal. “No tengo quejas. Él es el dueño y está en su derecho de tomar decisiones”.
Aunque no descarta un regreso en el futuro, 'Polilla' reconoce que hoy lo ve lejano. A su juicio, la dirigencia debía tener tiempo para elegir un nuevo proceso y él debía dar un paso al costado sin forzar la continuidad. “Las cosas se hicieron con conciencia. No era el momento de insistir cuando el escenario no estaba claro”, concluyó.
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