La Fundación Valle del Lili fue creada hace 38 años con la misión de brindar salud de alta calidad al suroccidente colombiano, a través de una atención humanizada. Algo que ha cumplido con excelencia, por lo que actualmente es un referente internacional en servicios médicos de alta complejidad.
Al mismo tiempo, esta Institución también se ha preocupado por desarrollar programas humanitarios encaminados a superar las barreras de acceso a la salud de las poblaciones más vulnerables, entre estos se encuentran ayudas para subsanar las necesidades de alimentación, movilidad y albergue de miles de pacientes, durante sus tratamientos.
Así mismo, existen otros programas médicos y quirúrgicos como Operación Sonrisa y las Jornadas de Columna, que mejoran la calidad de vida a niños con labio y paladar fisurado, y a otros con diagnósticos de escoliosis y malformaciones de columna.
No obstante, la vocación social de la Fundación Valle del Lili busca llegar más lejos, por lo que en la actualidad, desde su Unidad de Apoyo y Responsabilidad Social, se están ejecutando algunos proyectos de gran impacto social, con los que buscan cerrar de forma directa las brechas educativas de pacientes pediátricos (Aula Lili) y jóvenes talentos de la región (Lilitalentos), demostrando que es posible construir una sociedad más equitativa y sostenible.
La doctora Marcela Granados Sánchez, Subdirectora General de la Fundación Valle del Lili, es una de las líderes institucionales que conoce la fórmula administrativa y humanitaria de cómo alcanzar la sostenibilidad financiera para garantizar el funcionamiento de alta calidad y poder transformar la Responsabilidad Social, no solo en un compromiso empresarial, sino en posibilidades reales de transformación social a futuro.
Desde nuestra concepción y origen se establecieron los cuatro pilares que siguen vigentes, el pilar de la Asistencia en Salud, de la Educación, de la Investigación y el pilar que se denominó inicialmente Apoyo Social, y a través del cual se buscó generar acceso a los servicios de alta complejidad a personas de todas las condiciones.
Pero en 1993, cuando inician las labores en la Sede Principal de la Institución, aparece la Ley 100 en Colombia, dando posibilidades a todos los ciudadanos de tener acceso a todos los servicios de salud. Entonces, en el transcurso del tiempo este pilar se vincula con un área mucho más robusta de Responsabilidad Social que ahora tiene una cobertura muchísimo mayor a la que tenía originalmente.
En este momento el pilar de la Responsabilidad Social está concentrado de manera muy importante en la educación, estamos seguros que la educación es la herramienta más importante para la sostenibilidad de cualquier institución y sociedad a largo plazo. Creemos firmemente en que el apoyo a la educación en todos los campos nos permite contribuir al desarrollo social de la región.
La Institución da apoyo financiero para matrículas y becas educativas a su personal.
Tradicionalmente se ha pensado que las instituciones denominadas sin ánimo de lucro, no pueden tener gestión. Ese concepto es totalmente equivocado y la Fundación Valle del Lili lo ha demostrado, puesto que existe una completa interrelación entre la parte asistencial y administrativa de nuestra Institución. Esto nos ha permitido ser muy costo–eficientes y nos ha procurado una gestión con excedentes importantes, todos los cuales, por su naturaleza jurídica, se invierten en la renovación tecnológica, en la expansión, en la educación de nuestro personal y en la Responsabilidad Social, un área donde también invertimos una cantidad importante de los excedentes.
Por eso, desde su carácter fundacional nos queda claro que esta Institución le pertenece a la comunidad. No hay necesidad de repartir dividendos a ningún accionista, todo se reinvierte en la misma Institución, esto quiere decir que no siempre tenemos que estar solicitando donaciones para poder funcionar, no nos basamos en ese concepto equivocado de gestión.
Nosotros estamos convencidos de que tenemos que ser sostenibles para poder impactar más en la comunidad.
"La Responsabilidad Social ya no es una elección de las empresas, debe ser inherente a la cultura de las organizaciones empresariales. Creo que las instituciones tenemos la obligación de ser sostenibles y contribuir a la sociedad".
Dra. Marcela Granados Sánchez, Subdirectora General de Fundación Valle del Lili.
Creemos que el impacto de la Fundación Valle del Lili va más allá de atender y mejorar el estado de salud de todos los pacientes que ingresan a la Institución, ese impacto está incrementado por los programas de investigación e, indiscutiblemente, los programas de educación que tienen un impacto directo en la comunidad.
Desde el área de Responsabilidad Social también somos muy conscientes de que el medio ambiente debe ser cuidado y sostenible, por eso desde el proyecto del Hospital Verde se crean estrategias y políticas internas para contaminar lo menos posible.
Y parte importante de la Responsabilidad Social es el cuidado de nuestro personal, que siempre han sido un pilar importante de la gestión institucional. Entonces, yo diría que la Responsabilidad Social son los proyectos grandes de educación, es el medio ambiente, es el cuidado nuestra gente y es la gestión para la sostenibilidad financiera, porque si nosotros no tenemos una gestión adecuada no podríamos hacer ninguno de los proyectos.
En el año 2019, Bancolombia hizo un proyecto de empresas sostenibles y escogieron a la Fundación Valle del Lili como una de las empresas más sostenible del país. Ese proyecto unía a empresarios de mucha trayectoria con jóvenes del mundo que hubieran tenido un impacto en algún área específica.
En ese momento, tuvimos la oportunidad de tener aquí a Jack Andraka, un joven inventor norteamericano que tuvo una relación y un conversatorio muy importante con el Doctor Vicente Borrero.
Parte de la misión de Jack Andraka aquí fue visitar algunas instituciones de educación en la región, específicamente colegios, identificando a niños con unos talentos muy importantes, pero que probablemente tenían frustración en sus proyectos futuros, por las barreras de acceso a la educación.
Inspirados por este joven, se diseñó el proyecto de semillero de nuevos talentos, que busca encontrar a esos niños con un talento superior y apoyarlos para cerrar la brecha de la educación, y que con nuestro acompañamiento puedan acceder a oportunidades de educación superior, financiados bajo el pilar de la Responsabilidad Social de la Fundación Valle del Lili.
En nuestra Institución creemos que no son únicamente las personas quienes se acercan a nosotros, lo que queremos es que la Fundación Valle del Lili también se acerque a la comunidad. Por eso, hemos establecido algunos centros de atención estratégicamente en sitios de la ciudad, por eso creamos los proyectos de conexión virtual a través de la tecnología para estar interactuando con nuestros usuarios.
Son varias estrategias que incluyen el posicionamiento físico en otros lugares, el acceso a servicios a través de la conexiones tecnológicas y la responsabilidad social.
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