A propósito del Día de la Mujer, en Q'hubo encuestamos a hombres y mujeres sobre situaciones de acoso. Queríamos conocer cuál era el panorama y la perspectiva desde ambos géneros sobre esta problemática que se ha normalizado con el tiempo.
El hallazgo, aunque no fue sorprendente, sí fue diciente, pues temas como los piropos, las miradas y los comentarios fueron rechazados por las mujeres en su gran mayoría.
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No obstante, la encuesta también reflejó una luz de esperanza, en la que desde ambos frentes están dispuestos a detener el acoso, en donde sea que ocurra.
Q'hubo publicó su encuesta durante dos días. En ella participaron 750 personas, 64,7 % mujeres y 35,3 % hombres.
El rango de edad que más participó de la encuesta fue el de 18 a 30 años de edad, con 256 encuestados.
Asimismo, desde Cali se respondieron el mayor número de encuestas, con 488 diligenciadas. No obstante, hubo participantes de los municipios del Valle, el Cauca y ciudades nacionales como Cartagena, Bogotá, Medellín, Villavicencio, Pitalito, Duitama, Envigado, entre otras.
Además, participaron de ciudades del exterior como Melburne, Australia; Nueva York, Miami y Washington, Estados Unidos; Madrid y Barcelona, España, y Antofagasta, en Chile.
Según la encuesta, mientras el 66,8 % de los hombres dice que un piropo no es un acoso, el el 88% de las mujeres dijo haber sentido rabia, miedo, intimidación o vergüenza al recibir uno.
Asimismo, solo el 12 % de las encuestadas indicó que este tipo de comentarios en la calle no los considera acoso.
Otro dato que permitió confirmar la constante inseguridad a la que viven sometidas las mujeres en las calles fue el 88 % de ellas afirmando que han cambiado su ruta por miedo a ser agredidas solo por su género.
En la misma pregunta para los hombres la respuesta fue más dividida: 51% dijo que sí, mientras que el 49 % restante afirmó que nunca se ha sentido inseguro de estar en un lugar solo por su género.
Un dato que genera especial atención es la apreciación de las miradas en las calles entre los encuestados, pues los resultados contrastan entre unos y otros.
Mientras 1 de cada 2 encuestadas dijo que consideraba a las miradas una forma de acoso, el 46 % de los hombres afirmó que se queda mirando a una mujer en la calle si le pareció atractiva.
El acoso sexual, entendido como invitaciones, conductas verbales o no verbales, insinuaciones o peticiones de naturaleza sexual inapropiadas es más común de lo que se habla.
De acuerdo al ejercicio hecho por Q'hubo, 3 de cada 5 mujeres han sido víctimas de este flagelo, asimismo al menos una de esas 5 conoce el caso de otra que ha sido violentada.
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Y de nuevo la calle es el lugar que más las atormenta: el 34 % de las consultadas dijo haberlo vivido en este escenario; 20,7 %, en el trabajo; 21,5 %, en el transporte público y un 11,9 % en su propia casa.
Irse del lugar (24,0 %) o pedir respeto (26,2 %) son las reacciones más comunes de ellas cuando se enfrentan a un acosador.
Preguntar, hablar, escuchar y apoyar a las mujeres de tu familia podría ayudarlas a enfrentar casos de acoso o abuso que pueden estar padeciendo y salvarlas de una situación peor.
Lo anterior lo sustentamos en los resultados de nuestra encuesta: el 57,8 % de las encuestadas que afirmaron que su familia sería su primer refugio para pedir apoyo si está siendo acosada.
Asimismo, la pareja también es una primer fuente de auxilio: 36,5 % de las mujeres le contarían a su novio o esposo que están siendo abusadas.
El restante lo haría con una amiga, ante las autoridades o en algún centro de ayuda para la mujer.
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La gran encuesta de Q'hubo también reveló puntos positivos, entre ellos el cambio de mentalidad frente a la forma de vestir de las mujeres, los tipos de acoso que se dejaron de normalizar y la disposición de los hombres para también enfrentar este flagelo.
De esta forma, mientras el 67 % de las mujeres dijeron que nunca su ropa las ha hecho sentirse culpables, el 73 % de los hombres se unen a ese sentir afirmando que su forma de vestir, sin importar cómo sea, es su decisión, por lo que su estilo dependerá de lo que las haga sentir seguras de sí mismas.
Además, tanto hombres como mujeres estuvieron de acuerdo que acciones como persecuciones, fotos íntimas no pedidas, insistir en tener una cita aunque ya hayan declinado la invitación, besos forzados, acercamiento físico innecesario o propagar rumores sobre la vida sexual de una mujer son acoso sexual.
Asimismo, el 73 % de los hombres encuestados se acercaría a ayudar a una mujer que está siendo víctima de acoso frente a él, ya sea protegiéndola o enfrentando al acosador.
Por último, el 30% estaría dispuesto a acompañarla a denunciar, mientras que el 50 % la animaría a que lo haga.
Recuerda que si conoces o eres víctima de acoso sexual puedes comunicarte a las línea 155 de Orientación a Mujeres Víctimas de Violencia de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer.
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